Navarro saca billete de lujo para Berlín
El Regal Barcelona vuelve a bordarlo, desfigura al Tau y se clasifica para la Final a Cuatro
El Regal Barça se dio un festín para concluir su largo e intenso rifirrafe con el Tau y justificó para qué puede servir un playoff de cinco partidos. Cuando empezó hace tres semanas, el Tau le tenía comida la moral y en el primer partido de la serie volvió a perder por séptima ocasión consecutiva ante un rival que aumentó su condición de particular bestia negra para los del Palau. Absolutamente nada hacía presagiar que la cosa iba a acabar como lo hizo: con el Barça metido en la Final a Cuatro de Berlín y extraordinariamente reforzado en un potencial tan incuestionable como, hasta ahora, visto sólo en cuentagotas.
¿Qué ha sucedido a lo largo de esos 21 días y 5 partidos? Sencillamente, que un estupendo equipo como el Barça se ha superado, se ha exprimido por primera vez en mucho tiempo hasta las últimas consecuencias y ha hecho valer tanto a sus figuras, con Navarro al frente, como su capacidad para rascar en todos y cada uno de los puntos fuertes del Tau: el ritmo y la dirección de Prigioni, la prodigalidad ofensiva de Rakocevic, la soltura de Splitter bajo el aro, los triples de Teletovic, la tremenda intensidad física y mental que siempre propone el equipo de Dusko Ivanovic.
REGAL BARCELONA 78 - 62 TAU CERÁMICA
78 - Regal Barcelona (23+17+18+20): Basile (-), Lakovic (16), Navarro (19), Ilyasova (19), Santiago (2) -cinco inicial-, Fran Vázquez (9), Grimau (2), Andersen (7), Sada (-) y Barton (4).
62 - Tau Cerámica (15+15+14+18): Prigioni (6), Rakocevic (10), San Emeterio (-), McDonald (2), Splitter (19) -cinco inicial-, Mickeal (14), Teletovic (5), Ilievski (-) y Vidal (6).
Árbitros Voreadis (GRE), Arteaga (ESP) e Hierrezuelo (ESP). Sin eliminados.
Incidencias Quinto y definitivo partido de la serie de cuartos de final de la Euroliga, disputado en el Palau Blaugrana de Barcelona ante 7.685 espectadores. El Barcelona gana la serie por 3-2 y jugará la 'final entre cuatro' de la competición, del 1 al 3 de mayo en Berlín.
El quinto partido tenía la pinta del no va más, se presagiaba un marcador estrecho y un final no apto para cardiacos. No fue así. Navarro se encargó de romper el guión. Salió como una exhalación. Abrió la veda de los triples, contagió a sus compañeros y el Barça marcó distancias enormes: 23-15, con cinco triples en siete intentos en un apartado estadístico en que el Tau no se estrenaba.
Ivanovic partió con un quinteto titular en el que incluyó a San Emeterio. Se trataba, se supone, de darle carrete para que aportase lo que desde el banquillo no había sido capaz de ofrecer en los encuentros anteriores. La apuesta le salió por la culata a Ivanovic. San Emeterio pasó un calvario en su marcaje a Navarro. Mickeal, el jugador sacrificado, cuando compareció en la cancha se mostró confuso y fuera de onda. Hasta la segunda parte no se enteró gran cosa. A Rakocevic le costó muchísimo ajustar la mirilla. Lo mismo le sucedió a Teletovic. El Tau fue un equipo sobrepasado por los acontecimientos, sin ritmo de juego, sin buenas sensaciones, sin líder, incapaz de apretar las clavijas.
Una vez abrió hueco, el Barça resultó imparable, demoledor especialmente en los triples (11 por sólo 5 del Tau). Su confianza se transmitió de jugador en jugador. Cuando no fue Navarro, fue Lakovic -un base que empezó la serie de reserva-, cuando no, Ilyasova, todos y cada uno de los que entraban en escena daban la sensación de estar dos o tres cuerpos por encima de los del Tau, que no iban sino consumando desastre tras desastre: balones perdidos, tiros errados, defensas equivocadas.
El marcador apenas volvió a apretarse. Sólo un arreón inicial en el tercer cuarto, cuando Splitter se hizo más incontrolable para Vázquez, que sumó su cuarta falta. El Tau se situó a siete puntos (51-44). Fue un espejismo. Le tocó a Andersen contener la fugaz crecida del Tau y a fe que lo hizo. Cuatro puntos en un visto y no visto del pívot danés resolvieron la cuestión porque el Tau volvió a quedar paralizado, especialmente cuando Andersen le pasó el testigo a Ilyasova, abrumador incluso con un afortunado triple contra la tabla para finalizar el tercer cuarto. Un nuevo triple del turco nada más empezar el último acto (61-44) disipó las pocas dudas que pudieran quedar.
El Barça estará de nuevo en una Final a Cuatro tres años después de su última aparición en ella, en Praga. Su rival será nada menos que el campeón, el CSKA de Moscú de Ettore Messina. La mejor noticia es que contra el Tau, selló el pasaporte de la mejor manera posible, cum laude.
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