Nadie contaba con Ivanovic
El lateral y suplente del Chelsea remacha dos saques de esquina y derriba al Liverpool
A Rafa Benítez se le cayó el cielo encima . Se presentaba al partido el Liverpool como una máquina engrasada, de tantos registros ofensivos como solvencia en las posiciones retrasadas. Un equipo sin fisuras que aplastó al Madrid y al Manchester United en el último mes y que asustaba al Chelsea, menguante ante el rival en los dos duelos particulares del curso. Pero Hiddink, relevo de Scolari en febrero, tiene siete vidas y un manual extenso de las jugadas a balón parado. Ivanovic, el lateral derecho y suplente porque Bosingwa está lesionado, se erigió en el protagonista inesperado.
La idea cardinal de Hiddink era desdibujar a Gerrard, epicentro del Liverpool en los últimos metros. Essien actuó de lapa y sombra, por más que Gerrard se multiplicara por todo el frente de ataque. Con esa apuesta, el Chelsea logró mermar la pegada del capitán red, pero mutiló su capacidad para generar juego, algo de lo que no va sobrado. Sin un medio centro de toque -preocupado en perseguir a Gerrard- y con dos volantes ofensivos que brillan en las jugadas desde la segunda línea pero que no relucen en la construcción, el Chelsea se remitió a los pases largos en busca del pecho de Drogba. Un arma válida porque el marfileño es como el Increíble Hulk en estado de enojo cuando de bajar las bolas se trata. El problema, sin embargo, aparecía cuando el balón reposaba en el suelo.
Liverpool, 1; Chelsea, 3
Liverpool :Reina; Arbeloa, Carragher, Skrtel, Fabio Aurelio (Dossena, m. 75); Xabi Alonso, Lucas (Babel, m. 78); Kuyt, Gerrard, Riera (Benayoun, m. 67); y Torres. No utilizados: Cavalieri; Hyppia, Agger y N'Gog.
Chelsea :Cech; Ivanovic, Terry, Alex, Ashley Cole; Lampard, Essien, Ballack; Kalou, Drogba (Anelka, m. 79) y Malouda. No utilizados: Hilario; Belletti, Carvalho, Mikel, Deco, Mancienne y Di Santo.
Goles :1-0. M. 5. Torres remata un centro de Arbeloa. 1-1. M. 38. Ivanovic cabecea un córner de Lampard. 1-2. M. 62. Ivanovic remacha otro córner de Lampard. 1-3. M. 66. Drogba finaliza una pase de Malouda.
Árbitro :Claus Bo Larsen (Dinamarca). Mostró la cartulina amarilla a Kalou, Terry y Fabio Aurelio.
45.000 espectadores en Anfield.
Mascherano es el quitanieves del Liverpool, una bomba de oxígeno que no se erosiona con el paso de los minutos. Su ausencia esta noche por sanción, sin embargo, no supuso una punición tan exagerada como la prevista. Entre otras cosas, porque el ejercicio de ayudas y coberturas entre la medular y la zaga del Liverpool fue encomiable. Drogba bajaba cada balón y se perdía en el pase, fijado por los centrales, tapado por los laterales o el medio generoso que reculaba unos metros. Kalou y Malouda, apegados a la línea de cal y poco dados a la pelea en el barro, se quedaron en actores de reparto. Pero nadie contaba con Ivanovic.
En una batalla tan táctica, la capacidad de sorprender resultó imprescindible. Como Arbeloa. Tan imprudente como genial, el lateral derecho del Liverpool se desentendió en dos ocasiones del marcaje a Malouda para atravesar el campo. En la primera, recogió un balón al hueco de Kuyt para centrar de primeras al punto de penalti, para que Torres se librara de su marcaje con un quiebro de cintura y ensartara el balón en las redes. En la segunda, se fue al vértice del área y chutó con la zurda. Se le fue por poco ante la desesperada mirada del meta Cech. Dos aguijones y una diana.
Pero a Hiddink le quedaba la libreta e Ivanovic. En un saque de esquina, el lateral desconocido -negado por Grant y sólo probado por Scolari-, se despegó de Alonso y acudió al primer palo, donde dos jugadores del Liverpool aguardaban impacientes, en su ya habitual defensa zonal. Pero con la carrera, Ivanovic ganó en impulso y en centímetros de salto. Lo justo para rematar y batir a Reina. En otro córner repitió jugada. Sacó Lampard, se deshizo de la distendida compañía de Gerrard y cabeceó a gol. Dos saques de esquina y dos goles. Dolor de cabeza para Benítez, que perdió por donde nunca se lo imaginaba; en su propio terreno.
El picante lo puso Drogba, nulo en el primer acto -falló dos manos a manos con Reina, soberbio en el achique- pero penalizador en el momento preciso. Atendió a un centro de Malouda para reducir al Liverpool y sellar un resultado óptimo para afrontar el partido de vuelta en Stamford Bridge. Desde el 3 de octubre de 2007 (ante el Olympique de Marsella), el Liverpool no perdía en Anfield, estadio imbatido en lo que se lleva de temporada. Ivanovic, la sorpresa, redimensionó un duelo que no por repetido -se han medido en cinco eliminatorias en los últimos seis años- alcanza el aburrimiento. El Chelsea de Hiddink tiene respuestas para todo. Hasta para Benítez.
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