A obra de arte por partido
España golea a Chile y firma otro gol antológico tras una combinación entre Xavi y Torres
El fútbol también puede convertirse en arte. En eso se ha empeñado España, que sale a gol memorable por partido. Hace un mes Iniesta trazó un tanto prodigioso en Bruselas. Ayer le tocó a Fernando Torres. No tanto por su acción, más o menos esperable en un delantero de su categoría: recorte con la derecha y disparo al palo largo con la izquierda. Sino por la acción precedente de Xavi. El mediocampista del Barça llenó de emoción El Madrigal en un instante mágico. De espaldas a la portería contraria, y sabiendo que tenía un sabueso a su espalda (Carmona), se sacó un regate de espuela, de un solo toque, que dejó tirado al marcador chileno. El público entendió que había asistido a un momento irrepetible. Carmona se había pasado todo el encuentro persiguiendo a Xavi. Y ése era el resultado. Lección para el estudioso Bielsa. Hay jugadores y jugadorazos. Y para los segundos, no hay antídoto ni marcajes individuales que valgan. De manera que la atrevida apuesta de Chile se quedó sin premio. Amagó mucho y pegó muy poco. Le faltó remate. El que le sobra a España, la mejor selección del mundo.
España 3 - Chile 0
España : Casillas (Reina, m.46), Sergio Ramos (Arbeloa, m.61), Albiol, Puyol (Marchena, m.46), Capdevila, Marcos Senna (Cazorla, m.46), Xabi Alonso, Cesc, Xavi (Llorente, m.70), Riera y Villa (Fernando Torres, m.57).
Chile : Claudio Bravo, Cristian Alvarez, Waldo Ponce, Ismael Fuentes, Rodrigo Tello, Carlos Carmona, Mauricio Isla, Matías Fernández, Fabián Orellana, Humberto Suazo (Jorge Valdivia, m.87) y Alexis Sánchez.
Goles : 1-0, m.38: Villa, de penalti. 2-0, m.65: Fernando Torres. 3-0, m.86: Cazorla.
Árbitro : George Vadachkoria (Georgia). Amonestó por Chile a Carlos Carmona y por España a Xavi y Cesc.
Incidencias: partido disputado en el campo del Madrigal de Vila-real ante 15.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. El partido se disputó con el balón que se utilizará en la Copa de las Confederaciones del próximo año.
Acostumbrada a que los rivales se le echen muy atrás, por el respeto que despierta el campeón de Europa, España se encontró con una novedad: Chile le jugó en las mismas barbas de Iker Casillas. Con tres delanteros y una media punta (Mati Fernández) que tenían la obligación de mantener siempre alerta a los cuatro zagueros españoles. Eran las órdenes de Bielsa. Eso generó una cierta incomodidad en España, resuelta principalmente por un colosal Puyol, que mantuvo a raya a los atacantes chilenos.
Bielsa impidió que España se sintiera tan superior como creía que era. Y la superioridad numérica de los españoles en el centro del campo no se tradujo en una mayor profundidad. En parte porque, ausente Iniesta, Riera se quedaba desconectado del toque de sus compañeros. En parte porque Cesc, ligeramente escorado a la derecha, participaba poco. En parte porque Xavi, adelantado para que Xabi Alonso acompañara a Senna, se quedó demasiado aislado en el ataque junto a Villa. La mejor opción resultó Sergio Ramos, que se encontró una autopista por el extremo derecho siempre que Cesc, tan listo, se despejara el camino con un movimiento hacia el interior.
Fue, sin embargo, Riera quien rompiera el partido con una diagonal hacia dentro que convirtió primero en una pared con Villa y, finalmente, en un piscinazo que el árbitro interpretó como penalti. El Guaje anotó su 24ª tanto en sus 41 partidos la selección, superando el registro de Di Stéfano y quedándose ya a dos goles de Butragueño, con los 44 de Raúl en el horizonte. Esa es su meta, alcanzar a Raúl, y, salvo lesión, no va a parar hasta conseguirlo. La polémica decisión arbitral soliviantó a los jugadores chilenos, que acorralaron al árbitro en su camino hacia el vestuario.
De amistoso, el partido tuvo poco. El ritmo fue alto y las piernas, largas. A Xavi le tocó haber de aguantar un marcaje muy pelmazo, el de Carmona. Y se despertó un pique entre ellos que se avivó tras la tarjeta amarilla que recibió el chileno a instancias de una petición al árbitro del mediocampista catalán.
Del Bosque sí recordó que era un encuentro amistoso y refrescó el equipo con Reina, Marchena y Cazorla. El central del Valencia, especialmente, necesitaba un gesto cariñoso del seleccionador para recuperar la confianza que tuvo en la pasada Eurocopa, después de un arranque difícil de campeonato, lastrado por las lesiones. Precisamente Torres también volvía tras haberse lesionado hace un mes con la selección ante Bélgica en Bruselas.
Chile siguió teniendo protagonismo, llegando arriba hasta con cinco hombres. Y descollando Mati Fernández, tan motivado ante su público del Madrigal. Sus ataques, eso sí, morían todos en la orilla, y en eso sí se asemejaba a su versión en el cuadro de Pellegrini. Chile amagó; España sentenció con los pinceles de Xavi y Torres en un gol para que los niños lo vean cientos de veces. Se lució Reina a un cabezazo a bocajarro de Suazo y Cazorla, que demostró una pegada tremenda con ambas piernas, acabó marcando en el peor disparo, tras rebotar en un defensa. Antes el público despidió a Xavi como se merecía. Y Llorente tuvo el placer de debutar el día en que España volvió a empeñarse en demostrar que el fútbol, cuando Xavi quiere, es puro arte.
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