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COPA DE LA UEFA | TWENTE 1- SEVILLA 0

El Racing, sin ideas

El equipo cántabro naufraga ante la propuesta ofensiva del Twente

Se suponía que era el encuentro más sencillo de la liguilla, pero el Racing se empeñó en complicarse la vida. El equipo de Muñiz nunca se enteró de qué iba el partido y sumó una derrota que compromete su futuro en la UEFA, y, lo que es peor, confirma el sufrimiento que parece aguardarle en las competiciones domésticas si no reacciona.

El Racing coleccionó sopapos desde el comienzo. Coltorti veía mucho ajetreo enfrente suyo hasta que Denneboom remató, con toda tranquilidad, un centro desde la esquina de Kenneth Pérez. El veterano centrocampista danés, de ascendencia española, canalizó el ataque del Twente, poco dado a la especulación. Denneboom y Elia se situaron a su lado y el Racing empezó a pasarlo mal. Con movimientos vivaces y en perfecta coordinación, el Twente empleó sus piezas con la acrisolada soltura de los equipos holandeses. Poco o nada que ver con lo que hizo Steve McClaren, el ahora técnico del Twente, al frente de la selección de Inglaterra.

Twente 1; Racing 0

Twente : Boschker; Stam (Wellenberg, m. 66), Wielaert, Douglas, Hueubach; Brama, Pérez (Hersi, m. 70), Tioté, Denneboom (Arnautovic, m. 88); Nkufo y Elia.

Racing: Coltorti; Pinillos (Óscar Serrano, m. 46), César Navas, Marcano, Sepsi; Colsa, Luccin, Gonçalves (Juanjo, m. 60), Edu Bedia (Valera, m. 46); Munitis y Tchité.

Gol: 1-0. M. 5. Denneboom remata de cabeza un centro de Kenneth Pérez.

Árbitro: Alan Kelly (Irlanda). Amonestó a Tchité, Munitis, Óscar Serrano y Sepsi.

24.000 espectadores en el Grolsch Veste.

Frente a ello, el Racing se mostró lento y pesado. Colsa cargó con toda la responsabilidad, ante la inoperancia de Luccin. Con Munitis perdido en la banda derecha y Tchité sujetado, el Racing nunca encontró algo a lo que agarrarse. El propio Tchité, después de un pase del joven Edu Bedia, dispuso de la única ocasión de su equipo en la primera parte, pero Boschker fue más rápido.

No le quedó más remedio al Racing que cambiar de cara. Muñiz introdujo cambios que, al menos, situaron a su equipo en el campo contrario. Munitis y Óscar Serrano formaron un incordio para la defensa del Twente, aunque más desde la iniciativa individual que desde una estrategia colectiva. Un peligroso disparo de Serrano terminó de animar al Racing. Sin embargo, el equipo cántabro nunca encontró una mínima continuidad. Disipados los nervios del principio, apareció la inquietud de saberse ante la tarea de empatar, un reto repleto de dificultades para un equipo con poca resolución ofensiva.

El Twente trabajó con más calma en la segunda parte. Contuvo al Racing y quiso asustarle en los contragolpes, pero la lesión de Pérez le privó de las mejores ideas. Pero ni por esas el Racing se asomó con determinación por la portería de su rival.

Serrano, con el balón
Serrano, con el balónAP

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