Termina el sueño de Marina Alabau

Marina Alabau se quedó hoy a las puertas de conseguir la medalla de bronce con su tabla RS:X, se tuvo que conformar con un diploma, por lo que las únicas opciones que le queda al equipo español de engrosar el medallero pasa por lo que hagan mañana Fernando Echávarri y Antón Paz en Tornado, clase en la que hoy se pudo haber asegurado una medalla matemáticamente. La regatista sevillana, aunque han sido sus primeros Juegos, ha realizado un torneo francamente brillante pese a que las condiciones de viento de Qingdao no se ajustan en absoluto a sus características físicas. Se ha mantenido durante muchas jornadas en el tercer puesto de la clasificación general. Su regularidad en los resultados, pese a no haber ganado ninguna prueba parcial, la mantuvo con opciones claras de subir al podio hasta el mismo final de la competición.

Tan solo tuvo dos fallos en la sexta regata, en la que fue undécima, y en la décima, en la que sumó un noveno. De la primera se pudo descartar, pero de la segunda no y esos nuevos puntos fue una losa demasiado pesada para que la pudiera levantar en una sola manga. Pese a ello, la sevillana lo intentó. Buscó con ganas el imponerse en esa regata por las medallas y esperar un pinchazo de sus rivales. Fue primera en los dos primeros tramos, pero según fue bajando el viento y todo comenzó a reducirse a simple fuerza física para remar con la vela, sus opciones fueron disminuyendo. No tiró la toalla. Continuó luchando hasta el final, incluso contra los mismos jueces, pues se vio perjudicada por una maniobra de la británica Bryony Shaw y aunque protestó no encontró en las cercanías ningún juez que apoyara su petición. Cruzó finalmente cuarta y esa fue su plaza final. En Londres 2012, de seguir así, será una de las apuestas seguras.

En la categoría masculina de las tablas Iván Pastor mejoró sensiblemente el duodécimo lugar de Atenas 2004 al finalizar noveno en Qingdao tras ser octavo en la regata por las medallas, en la que tan solo optaba por hacerse con un diploma pues los metales estaba demasiado lejos. En la competición a ido de menos a más, pero sus mejores resultados llegaron algo tarde para haber enfrentado esta última prueba con más posibilidades de éxito. No ha terminado de entender el campo de regatas de Qingdao, si es que se puede llegar a comprender. Tras finalizar las tablas a vela, tan solo quedan por terminar el Tornado y el Star, clase esta última en la que no hay representación española y que es dominada por el equipo sueco.

Fernando Echávarri y Antón Paz son, sin lugar a dudas por calidad y palmarés los mejores en Qingdao. Han dominado la clasificación general el noventa por ciento de las veces y hoy, con tres regatas a disputar, pudieron haber asegurado matemáticamente una medalla. Sin embargo, el séptimo de la primera manga y, sobre todo, el octavo de la tercera, acabaron con el sueño de festejar una medalla con 24 horas de antelación. En la regata por las medallas llevan tres puntos de ventaja sobre los australianos Darren Bundock y Glenn Ashby, ocho sobre los argentinos Santiago Lange y Carlos Espínola y dieciséis sobre los alemanes Johannes Polgar y Florian Spalteholz, únicos en disposición de amargarles la existencia. Tal vez, y como ellos mismos reconocen, la única táctica a seguir sea la de salir a ganar. Deben y pueden hacerlo. Si no, habrá que poner la calculadora en marcha.