El Espanyol mantiene el tipo en Old Trafford

En un escenario solemne, el Espanyol aprobó con nota su tercer examen de la pretemporada, pese a su mínima derrota (1-0) ante el campeón de Europa, el Manchester United, con un gol a última hora del joven delantero Campbell.

Después de golear a dos rivales menores, Peralada y Swansea, el Espanyol acudió como invitado al partido de homenaje a Ole Gunnar Solskjaer en Old Trafford, donde demostró que la frescura de sus jugadores más jóvenes será uno de sus mejores argumentos a lo largo de la temporada.

Animado por un amistoso especial, el Espanyol plantó cara al United en todo momento. Forzó dos saques de esquina en los primeros cuatro minutos, dato que retrata el empuje con el que arrancó el conjunto catalán. El Manchester, sin embargo, presumió de galones y se resistió al dominio inicial del Espanyol. Al mando, Paul Scholes, un incombustible, protagonista de la primera gran acción de peligro del partido, a los 18 minutos, un disparo al palo derecho de la meta espanyolista desde el balcón del área.

Sin necesidad de reforzarse, y a quince días del arranque de la Lia inglesa, el Manchester mantiene su voracidad. Juega cada minuto como si fuese el último, y cada partido, como si no hubiese amistosos. En su código genético está escrito que debe mirar al frente y atacar, la verticalidad por bandera. Los nombres; Nani, Giggs, Tévez, hacen el resto. Más allá de las jerarquías, sin embargo, el Espanyol mantuvo el tipo. Aunque vive en otra esfera futbolística, actuó con determinación en Manchester. Supo defenderse, se desplegó con descaro y contó incluso con una pizca de suerte a la hora de resguardarse. Tan sólo le faltó un poco de picante en la zona de ataque, en el remate decisivo.

El descanso, pese a todo, alivió al conjunto de Bartolomé Márquez, obligado a defenderse de la persistencia ofensiva del Manchester. Completados los primeros 45 minutos sin goles, el Espanyol comenzó a crecer y a creer en sí mismo. Acunado por el paso de los minutos y por la inmovilidad del marcador, el Espanyol se sacudió el dominio del Manchester. Lo hizo cuando su último fichaje, Román Martínez, asumió la batuta del equipo.

Rejuvenecido por los cambios, con Callejón, Julián y Sielva en el césped, el Espanyol mejoró en la circulación de la pelota y disfrutó de una segunda mitad muy cómoda. Apretó al campeón de Europa con sendos disparos de dos juveniles y ganó presencia ofensiva con Luis García, siempre dispuesto a pelearse con los centrales rivales. Pero la entrada al campo del homenajeado Solskjaer emocionó a Old Trafford y dejó tiritando al Espanyol. Fue el noruego quien firmó la mejor ocasión de su equipo, un disparo seco que buscó la escuadra de Cristian Alvarez. El portero argentino resolvió con solvencia.

Con Solskjaer como líder, el United se estiró. Y en apenas tres toques, vertical por definición, decidió el partido. Giggs ejerció de hilo conductor y habilitó con un balón al hueco al joven Campbell, encargado de colarse entre Lacruz y Jarque para picar el balón por encima de Cristian Álvarez. El gol, epílogo del partido, no alteró las sensaciones del Espanyol, capaz de batirse con dignidad y acierto ante un campeón de Europa. Con ciertos detalles por mejorar, como las coberturas defensivas y el acierto goleador, Márquez cuenta con un grupo sólido y decorado con la presencia de jóvenes muy interesantes.