Vansevenant, último clasificado en el Tour por tercer año consecutivo
El corredor belga del Silence-Lotto entra en la historia de la ronda gala con una gesta más difícil de lo esperado
Por tercera vez consecutiva, el ciclista belga Wim Vansevenant ha finalizado en la última posición del Tour de Francia. Pero no ha sido cosa fácil. El corredor, de 37 años, también ha tenido sus sustos; el viernes, el alemán, Bernhard Eisel ocupaba su última plaza, que albergaba desde la 3º etapa, con un colchón de 42 segundos. Pero el empeño ha dado su fruto, y Vansevenant ha podido mantener el resultado de los últimos dos años y entrar en la historia de la vuelta ciclista francesa. "Será algo que me acompañará siempre. Entro en la Historia a mi manera", declaraba Vansevenant, que ha celebrado su éxito con una pequeña linterna roja cedida por una televisión neerlandesa.
"No tenía miedo de perder la última posición, todo era una pequeña broma con mis compañeros de equipo", ríe el ciclista, "le había dicho a Eisel que iríamos a paso de caracol en los Campos Elíseos si era necesario". Pero no le hará falta tras acabar la crono de hoy en el puesto 142 de 145.
Puede que Vansevenant no haya buscado especialmente este honor, pero todo el mundo sabe que se las ha arreglado para conseguirlo. "No es un problema siempre que no afecte al trabajo del equipo", asegura Marc Coucke, principal accionista de la firma que esponsoriza al equipo Silence-Lotto. "Todos los días bromeamos con el tema", cuenta su compañero Mario Aerts, "hace unos días le gastamos una broma. Le engañamos diciéndole que Mathieu Sprick había acabado 18 minutos por detrás de él. Dijo que no le interesaba la última plaza, pero estaba muy nervioso hasta que comprobó la clasificación".
Roberto Damiani, el director deportivo italiano de Silence, añade: "Es verdad que nos divertimos con esto, cuando Cadel tenía el maillot amarillo, decíamos que teníamos la cabeza y la cola. Pero Wim es un gran profesional". "Es posiblemente el último ciclista de equipo que queda en el pelotón. Su trabajo no es fácil de explicar: proteger a su jefe de filas, ser comprensivo cuando debe venir a por los bidones. Son cosas pequeñas, pero a lo largo de tres semanas es muchísimo. Si Cadel (Evans) ha podido disputar el Tour en esta última contrarreloj es también gracias al trabajo de Wim", puntualiza Damiani.
En la etapa de ayer, entre Roanne y Montluçon, Vansevenant no se dedicó a hacer cálculos sobre la última posición ni se dejó descolgar por el pelotón, en una etapa rápida y accidentada. Se mantuvo al servicio de Evans, sin cesar en su ingrato trabajo de gregario. Este Tour es, en efecto, su última carrera como profesional. Después de cuatro o cinco criterium más llegará la retirada. En dirección a la granja familiar de 24 hectáreas donde este diplomado en Agricultura comenzará una nueva etapa. "No seré el Armstrong de la última plaza", bromea el rubio de ojos azules.
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