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TURQUÍA 3-REPÚBLICA CHECA 2

Épica remontada de Turquía

Nihat, con dos goles en los últimos tres minutos, envia a su equipo a los cuartos de final y a la República Checa a casa

A veces no falta alcanzar la rueda de los penaltis para emocionarse con el fútbol. Anoche había la posibilidad inédita de resolver un partido de clasificación desde el punto de penalti, sin mediar la prórroga, en caso de que los 90 minutos hubieran acabado en empate. No hizo falta porque Turquía firmó un remonte heroico, y hasta cierto punto romántico, ante la confiada y desganada República Checa. Los checos se suicidaron después de contar dos goles sin esforzarse, excesivamente confiados, y propiciaron la respuesta de la histórica Turquía. A veces un par de estacazos no valen más que veinte latigazos, de vez en cuando los gigantes como Cech se desploman ante el vértigo que provocan delanteros como Nihat, hay ocasiones en que el entusiasmo y la sorpresa valen más que la previsibilidad y el oficio.

Nihat, en su Selección
Turquía, en la Eurocopa

A los checos les perdió su suficiencia. Habían diseñado un partido que dieron por acabado antes de tiempo para suerte de Turquía. A la que se sintió exigido, Brückner regresó al punto de partida y alineó a un único delantero, Jan Koller, el más experto del plantel (89 partidos y 54 goles) y también el más largo (2,02m) y más pesado del torneo (103 kilos). Frente a una zaga especialmente vulnerable como la turca, nada mejor que poner a un gigante asistido por dos alas que centran y atacan como Sionko y Plasil. A fin de cuentas, el partido sólo parecía precisar mucho control y un poco de paciencia para los checos, favoritos por historia, por estadística y por equipo. Firmes en su cancha, más que nada porque defienden con jugadores que ejercen en el calcio y el portero se llama Cech, se trataba de aguardar a que el gol cayera por su propio peso en cualquier concesión del rival. Y pasada la media hora anotó Koller de cabeza como estaba escrito.

A Turquía le convenía en cambio agitar el partido. Aunque el equipo de Fatih Terim no es fácil de descifrar, se le supone talento individual y posibilidad de sorpresa en las dos áreas, también en la contraria, sobre todo por la presencia de jugadores veloces y muy técnicos. Así las cosas, los checos sacaron de centro y, por su puesto, pusieron la pelota en la cabeza de Koller, quien la dejó para el gatillo de Matejovsky. El remate salió alto para alivio de Turquía. Pasado el susto, los turcos tomaron el balón y sus pelotón de medios se puso a jugar un rondo. Al equipo le faltaba pegada y oficio, de la misma manera que se asociaba fácilmente a partir del toque y el pase, y circulaba bien por el campo. Iban y volvían los turcos, confiados en su suerte, seguros de su triunfo por más que los pronósticos les negaran. Turquía combinaba y a la República Checa le alcanzaba con apretarse atrás y descolgarse de vez en cuando con un remate fácil o con un centro a la cabeza de Koller. Grygera fue el que puso mejor el cuero al área y el ariete no falló en el cabezazo después de sacarles un palmo a cada uno de los dos centrales, de manera que al minuto 34 la suerte del encuentro parecía resuelta.

Ocurrió que como los checos no cerraban el encuentro, los turcos se animaron todavía más y se fueron muy arriba, como si quisieran abrazar a su hinchada del fondo norte hacia el que atacaban, sabedores de que a falta de defensas bien valen los medios y delanteros. Los muchachos de Terim abrieron muy bien el campo y cruzaron muchos y variados centros. Tal fue su empuje que a los checos no les valió ni siquiera un segundo gol, obra de Plasil a centro de Sionko, después que Koller mostrara que es tan hábil con la cabeza como patoso con los pies.

El ejército de Napoleón Terim perserveraba en una batalla que se prometía ganada, y así, uno detrás de otro, fueron cayendo los goles. Hamit Antilop se puso a centrar desde la derecha y los checos se vencieron reiteradamente. Los centrales defendieron mal la entrada e Arda Turan (2-1), más tarde Cech erró en la recepción de la pelota para suerte de Nihat (2-2). Alcanzado el empate, ni los checos dudaron ya de su derrota, firmada por un trallazo de Nihat, definitivamente el jugador del partido. Falto de un ariete que emboque los pases de los extremos y los volantes, bien vale un delantero hábil y con gol como el que triunfa en el Villarreal. Nihat apareció justo cuando Turquía necesitó de un jugador que macara diferencias, y puestos a elegir entre Koller y Nihat a muy pocos les supo mal que triunfara el turco.

Aunque la historia avalaba a la República Checa, Turquía creyó y perseveró en su suerte hasta encontrarla en el último minuto de partido. No hubo penaltis sino cuatro minutos de tiempo añadido que al final provocaron todavía una mayor satisfacción para la pasional Turquía de Terim. El fútbol fue generoso ayer con el juego, y nadie peleó más por la victoria que Turquía, cuarto finalista de la Eurocopa.

Nihat celebra uno de los goles que da a su selelción el pase a cuartos de final
Nihat celebra uno de los goles que da a su selelción el pase a cuartos de finalAFP

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