Conquistadores del imperio británico

Gracias a los ingleses, que fracasaron tristemente en su intento de clasificarse para la Eurocopa, España tendrá más seguidores en esta competición que nunca, más que suficiente para compensar, por ejemplo, los que no tendrá en Cataluña y el País Vasco.

Para empezar, los ingleses mismos. Muchos de ellos. Se dividen en dos multitudinarios grupos: la afición del Liverpool, ya que cuatro de sus jugadores -Fernando Torres, Xabi Alonso, Álvaro Arbeloa y José Manuel Reina- forman parte de la selección española, y la del Arsenal, que cuenta en sus filas con el indiscutido héroe del estadio de los Emirates, el "niño general" Cesc Fábregas.

También se podrá contar con una buena parte de los aficionados del Everton, cuyo jugador favorito -y las encuestas que ha hecho el club lo demuestran- es Mikel Arteta. Arteta no está en la selección, pero es español, y eso cuenta bastante. Por la misma razón, un sector de los que van con el Bolton Wanderers irán con España en la Eurocopa. Iván Campo, que milita allá hace seis años y es visto como un personaje carismático que hace lo que los fans ingleses valoran ante todo en un jugador, deja su piel en cada partido.

Pero hay más. Debido a la enorme penetración global televisiva de la Premier League, el Liverpool y el Arsenal cuentan con muchos millones de seguidores en todo el mundo. Como consecuencia, una parte nada desdeñable de las poblaciones de Asia y de África se alineará por primera vez en la historia con los colores españoles. Habrá, no lo duden, chinos y tailandeses, surafricanos y ruandeses gritando y sufriendo por la roja con la misma intensidad, casi, que los nativos de Almería, Valencia y Madrid.

Es una gran e insólita oportunidad para que la selección española consolide su prestigio mucho más allá de las fronteras ibéricas, en los lugares más inesperados del mundo. Sería fantástico que, ganando, la supiera aprovechar.