Karpov: “El ajedrez está en crisis”
El ex campeón del mundo asegura que ha dejado de competir en los campeonatos mundiales "por una cuestión de principios"
Anatoli Karpov ha declarado que esa disciplina vive actualmente "una crisis" y que ha dejado de competir en los campeonatos mundiales "por una cuestión de principios" en una entrevista publicada hoy por el diario oficial Juventud Rebelde. Karpov, quien llegó a La Habana el pasado lunes para participar en la IV Olimpiada del deporte cubano, dijo a ese rotativo que "el sistema utilizado actualmente para discutir el campeonato mundial no es el correcto, porque no tiene nada que ver con los ajedrecistas". No se logran los resultados que en realidad nosotros deseamos, o al menos los que yo deseo", apuntó el ruso, y subrayó que "realmente" solo ha dejado de participar en los campeonatos mundiales por "una cuestión de principios".
El cuatro veces campeón de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) afirmó que la utilización de los match para discutir los títulos mundiales es responsable de que el juego ciencia "haya perdido popularidad" y abogó por una "reunificación de criterios en el ajedrez mundial. Se escribe menos sobre el tema en la prensa, y se ve menos por la televisión. Es el reflejo de una crisis que vive actualmente el ajedrez". Preguntado sobre si el nivel de juego entre las categorías femenina y masculina pueda igualarse, el ruso resaltó que eso "solo sucederá cuando ellas logren correr a la misma velocidad que los hombres" y apuntó que el ajedrez "necesita una fuerte concentración y los varones tienen mayor resistencia".
No obstante, añadió que "algunas mujeres juegan muy bien, de forma excelente" y menciona el caso de la húngara Judith Polgar, Gran Maestra Internacional. Sobre el entrenamiento con computadoras, el ex campeón considera que es positivo y permite un "acceso a la información más rápido", pero los jugadores "acuden cada vez menos al tablero" y "pierden su capacidad de razonamiento y comienzan a hacerlo todo mecánicamente. Utilizar excesivamente las máquinas puede desarrollar un automatismo indeseable que con mucha frecuencia lleva a tomar decisiones superficiales".
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