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FÚTBOL | MALLORCA 2 - SEVILLA 3

El Sevilla aprieta el paso

El conjunto de Jiménez, aupado por un fallo clamoroso de Moyà, en el primer gol, derrota a un Mallorca que echó en falta a Ibagaza

El Sevilla quiere estar el año que viene entre los grandes de Europa. No se conforma con menos y ayer aprovechó el traspié del Atlético en Valladolid para ponerse a tres puntos del cuarto puesto. Lo hizo con un golpe de autoridad ante un Mallorca que plantó cara hasta que el técnico sevillista, Manolo Jiménez, se decidió a sacar la artillería pesada.

El cuadro balear empezó agresivo como siempre, pero no tardó en corroborar su ya conocida dependencia de Ibagaza. Sin el mediapunta argentino, lesionado, a Arango y Güiza les cuesta más ver puerta y el equipo pierde pegada. El Sevilla reservó en el banquillo a Kanouté y Poulsen y apostó por abrir el campo con las incursiones de Navas y Alves por la derecha y Capel por la izquierda.

Ambos equipos expusieron muy poco en una primera mitad que echó el telón con el gol más ridículo de la jornada. David Navarro despejó hacia el cielo un balón colgado al área y Moyà falló estrepitosamente cuando se disponía a embolsarlo. Renato, que andaba por allí y ni siquiera intentaba dificultar la acción del portero, se encontró con la pelota a los pies y no tuvo más que revolverse para enviarla plácidamente a la red.

Casi tan desafortunada como Moyá estuvo la defensa sevillista en el arranque de la segunda parte. Todos dimitieron en pleno en un saque de esquina y permitieron que Güiza recibiera libre de marcaje para empatar.

A la vista de que el Sevilla no terminaba de carburar, Jiménez acabó por dar entrada a Kanouté. Era la tecla que faltaba. El delantero malí buscó y encontró su natural asociación con Alves y el hasta entonces ofuscado juego sevillista se iluminó de golpe. Entre los dos reventaron el partido en un suspiro y dinamitaron a un Mallorca también lastrado por la baja del central Ramis. Primero, Alves milimetró una falta para que Kanouté se alzara desde el punto de penalti y batiera de cabeza a Moyà. Luego, el propio Alves recibió en corto un saque de esquina y, con todo el tiempo del mundo, cargó la zurda para descerrajar un cañonazo desde la frontal del área. Inapelable.

El Mallorca, al que le queda poco que decir en esta Liga, bajó los brazos y sólo alcanzó a recortar el marcador en el último minuto con un buen remate de Webó.

Kanoute, Dani Alves y Kone
Kanoute, Dani Alves y KoneAS

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