"Está cardiaco, loco por salir"
La cantera española de motocross apura sus últimos días antes del inicio de uno de los campeonatos más reñidos
Bajo la batuta del campeón de España de Motocross, Jonathan Barragán, 12 jóvenes promesas se dieron cita la semana pasada en el circuito Red Bull de Valdemorillo para perfeccionar su técnica y limar pequeños errores antes del comienzo de la nueva temporada. Donde los padres ven riesgo, ellos ven diversión. Y así, sin dudarlo, la cantera de pilotos, de 11 a 15 años, abrió gas y siguió la estela de Barragán por el trazado, sorteando baches e incluso realizando saltos dobles con más de seis metros de vuelo. No hubo ganadores en el clinic, pero sí visitas inesperadas. Los campeones del Dakar, Nani Roma y Marc Coma, sorprendieron a los chavales y aportaron su experiencia en lecciones magistrales que ninguno desaprovechó, a pesar de que no tienen en mente atravesar el desierto africano.
Bajo el ruido de los motores y el olor a gasolina, 12 pilotos se vistieron de competición, pero sólo 11 salieron a pista. El alavés Iker Larrañaga, pequeño en edad y estatura pero grande cuando se sube a la moto ?es dos veces campeón de España en categoría alevín- se quedó en el dique seco por una reciente fractura de clavícula. "Está cardiaco, loco por salir", relata su padre, que le sigue allá donde va. "Le han dejado vestirse pero no subirse a la moto, porque se tiene que recuperar todavía". Padre e hijo esperan estar a punto para el comienzo del campeonato de España 2008.
No será fácil. Como apunta su progenitor, "el motocross es un deporte muy ingrato. Das un paso hacia delante y dos hacia atrás. Ahora tendremos que esperar y después entrenar, pero si lo dejas dos semanas, un mes, se nota muchísimo". Para la próxima campaña, Larrañaga tendrá otro inconveniente: las categorías se han unificado, y desde este año correrá con pilotos de 14 y 15 años. "Se intentará aunque haya nivel. Lo principal es que puntúe, que coja experiencia y luego ya se verá", añade su padre, siempre pendiente del joven.
Una gran experiencia
Aunque ninguno de los dos pudo probar en su adolescencia lo que estos 12 pilotos vivieron en el circuito del municipio madrileño, Nani Roma y Marc Coma insisten en lo beneficioso de estos eventos para mejorar la técnica encima de la moto. Roma, confiesa, no tuvo su primera moto hasta los 18 años, y Coma nunca pudo disfrutar en terrenos como el de Valdemorillo. Pero su trayectoria como pilotos, pese a ser de enduro (una modalidad distinta al motocross) les ha reportado la experiencia que ahora pueden compartir con los chicos.
Siguen siendo grandes amigos y comparten aficiones y patrocinadores, pero existen diferencias entre ellos. Marc Coma, por ahora, no contempla su futuro en las cuatro ruedas y Nani Roma, ahora que ha probado las cuatro ruedas, prefiere quedarse con los coches. Más que doler, la suspensión del Dakar desbarajustó sus planes, pero en este punto sí coinciden en que la nueva prueba en Sudamérica puede ser mejor. El lenguaje, la comida, la gente (allí no habrá tanta soledad como en el Sáhara) son bazas que a partir de ahora jugarán a su favor, si bien la preparación física, técnica y psicológica será la misma. "Es muy duro preparar un Dakar", confiesa Coma.
Armonizan a la hora de hablar de su pasado; ambos vivieron en primera persona el accidente de Isidre Esteve ?más cerca estuvo Marc Coma, que fue el primero en asistirle- pero también coinciden al referirse al presente y al futuro. Los dos desvían entre risas la respuesta si se les pregunta si el alumno (Marc) ha superado al profesor (Nani), y lo que sí queda claro estando con ellos es que miran hacia la misma dirección. Padrino y pupilo han ganado el rally más duro del mundo, pero no quieren que sea la cima de su carrera. Quieren más, no saben el qué, pero sonríen como quien sabe que tienen un gran proyecto sin finalizar. Quizá encontrarse de nuevo cara a cara, esta vez con todo terrenos.
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