Un estreno de cine
El talento de Gasol y su conexión con Kobe Bryant entusiasma a la afición de los Lakers
En la meca del cine, el estreno de Pau Gasol ante la afición de los Lakers adquirió una grandeza inusitada. Con los 19.000 asientos del Staples Center vendidos, la emoción trascendió a lo que no dejaba de ser un partido, el número 53 de la temporada regular, además frente a un rival de la parte media de la tabla, los Hawks de Atlanta. Nada descafeinó el primer encuentro de Gasol con sus nuevos aficionados. "Problem Gasolved". La pancarta que mostró un grupo de seguidores resume la euforia que respiran ante el nivel de juego que por momentos alcanza su equipo desde que se incorporó el pívot español, procedente de los Grizzlies el uno de febrero.
Los Hawks se vieron arrollados por momentos, especialmente cuando los Lakers llegaron a obtener 41 puntos de ventaja. Gasol, recibido en plan estelar, punto culminante del emotivo vídeo de jugadas que se proyectó en la gigantesca sábana que sirvió de pantalla en medio de la pista, volcó en el partido su repertorio de habilidades y conectó a las mil maravillas con la figura del equipo, Kobe Bryant. Cada uno de ellos anotó 23 puntos y fueron los máximos anotadores de un encuentro que se cerró con 123-93 en el marcador, en la que supuso el 36º triunfo de los Lakers esta temporada.
"Ha sido algo grandioso. Estoy orgulloso de estar aquí y de haber sido objeto de este magnífico recibimiento", resumió feliz Pau Gasol, abrumado por la prensa y urgido por el viaje que le llevó, nada más acabar el partido, a Phoenix donde esta madrugada había disputado un nuevo partido. El clamor de la grada cuando Pau fue presentado con el número 16 resultó de lo más emotivo. Lo había pedido Kobe Bryant y sus deseos son ley en Los Ángeles. La gente, incluidas las celebridades que suelen seguir los partidos como Jack Nicholson, Cameron Díaz o Tobey Maguire, se lo pasó en grande con la exhibición de calidad de Gasol y Bryant.
Ambos conectaron a las mil maravillas, se juntaron en ataque para desarbolar la defensa de los Hawks, jugando constantes bloqueos y continuaciones o pick and rolls y haciendo valer su superioridad en el uno contra uno y en el dos contra dos. Pau perdió la primera pelota que tocó pero acto seguido destrozó a sus defensores, Horford y Pachulia, anotó con facilidad, sacó un par de jugadora de dos más uno e hizo vibrar al público. La jugada del partido la culminó con una penetración por la línea de fondo y canasta a aro pasada tras recibir un pase de Bryant por la espalda.
"El partido ha sido satisfactorio, hemos sido agresivos desde el principio y hemos sacado una buena ventaja que ya ha sido decisiva (los Hawks se quedaron en 37 puntos en la primera parte). Intentaré seguir jugando a este nivel y se puede jugar incluso mejor pero mi prioridad será ayudar al equipo", dijo Pau mientras se vestía en la esquina izquierda del vestuario que le ha tocado en suerte, contigua a la taquilla del base del equipo. El veterano Fisher no pudo por menos que piropearlo: "Hace las cosas fáciles. Tiene una mentalidad muy abierta y es muy inteligente, por eso se ha adaptado tan rápido al equipo". Kobe Bryant, pese a que sufre la rotura de un ligamento de un dedo, jugó a las mil maravillas y la gente le premió coreando la consigna de que merece ser el MVP, el mejor jugador de la NBA.
Phil Jackson dosificó a sus dos figuras, que jugaron el mismo número de minutos, 30, y Pau Gasol fue nuevamente aclamado cuando se retiró a los vestuarios poco antes de finalizar el partido. Volvió a ser vitoreado cuando instantes después las imágenes del marcador gigante mostraron a los seguidores ataviados con todo tipo de camisetas del 16 de los Lakers, un nuevo icono, hasta el punto que en una de ellas se remedaba el lema que aparece en el dólar: "In Pau we trust". La gasolmanía se ha apoderado de Hollywood, donde Kobe Bryant ya no es la estrella solitaria del baloncesto.
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