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FÚTBOL | CARLING CUP

Juande Ramos humilla al Arsenal

El Tottenham golea al equipo de Wenger (5-1) y se mete en la final de la Carling Cup rompiendo una racha de 21 partidos sin ganar a los 'Gunners'

El Tottenham londinense hizo realidad uno de sus sueños al clasificarse para la final de la Carling Cup, una proeza aún más dulce por los cinco goles endosados al Arsenal de Arséne Wenger y Cesc Fábregas, que sucumbieron (5-1) a la humillación de los Hotspur en el más morboso de los derbis de la capital inglesa. El planteamiento expuesto por Juande Ramos salió a la perfección, realizó una lectura perfecta y devolvió la alegría a un estadio que desde hacía casi diez años (y 21 partidos disputados) no veía una victoria ante los 'Gunners'. En propias palabras del técnico, "la mejor actuación desde que llegué aquí", aunque, como apunta The Guardian, "los perdedores puedan declarar que tienen prioridades más altas".

Tuvo que llegar Juande para cerrar una herida que iba ya para largo. Con una lección de fútbol, el manchego dio motivos a su afición para dejarse la garganta en el campo. Si había que ganar un partido esta temporada, quizá fuera éste. Pero tanta pasión no desbordó al técnico manchego del Tottenham, que se doctoró en el fútbol británico con una lectura perfecta del choque, evocando al planteamiento de Alex Ferguson en el Emirates hace un par de meses. Lógico es que toda la prensa elogie hoy la labor del extécnico sevillista, que, según el Times "confía ya en llevarse el título el próximo 24 de febrero", quienquiera que sea su rival, el Everton o el Chelsea. "El verdadero esplendor está aún por llegar", precisa el diario.

Juande regaló el balón a los dos brasileños que comandaban el juego ''gunner'' y explotó las contras de una pareja de delanteros envidiables en todo el mundo: el búlgaro Dimitar Berbatov y el irlandés Robbie Keane. Tras un "ensayo" de Gilberto y la consiguiente mofa de la grada, marcó el Tottenham para subir un punto más el nivel de decibelios. Berbatov, un jugador letal con el balón en los pies, se convierte en un futbolista de filigrana cuando el esférico bota y nadie se atreve a bajarlo. El búlgaro fue capaz de ponerlo a los pies de Jermaine Jenas, que, delante de su seleccionador, Fabio Capello, hizo el resto. Jenas condujo el esférico rodeado de rivales para soltar al borde del área un disparo colocado al palo, donde el polaco Lukasz Fabianski fue incapaz de llegar.

Desde noviembre de 1999, el aficionado de los ''lilywhites'' no se reía de su vecino. Nueve años de historia de los que Arséne Wenger, técnico del Arsenal, es protagonista absoluto en cada duelo. El francés lo vio claro: Cesc, calienta. Mientras Fábregas pensaba en la banda cómo cambiar el curso del choque, el ficticio dominio de la posesión por parte del Arsenal se traducía más en peligrosas contras del Tottenham que en buen fútbol por parte del combinado de Wenger. Era demasiado para el Profesor. En el minuto 18 ya entraba su ''4'' preferido: Cesc Fábregas.

El primer balón del catalán fue un pase inteligente para abrir el campo a la vez que una pitada de White Hart Lane, buena señal para él: se le teme y respeta. El partido, no obstante, se durmió hasta la media hora. Al lento ritmo de gospel, Jenas botaba una falta al punto de penalti que Bendtner despejó a la misma escuadra de su portería. La mala suerte se cebaba del Arsenal y daba alas al conjunto de Ramos.

En dos suspiros, con el equipo de Juande desbocado y en lo que el graderío se abrazaba y felicitaba, llegó la oportunidad que pudo acabar con el partido. Berbatov se plantó delante del meta ''gunner'' pero el balón se estrellaba en el palo. Para que no hubiera dudas, a los dos minutos de la reanudación Robbie Keane hizo bueno un enorme pase con el exterior de Aaron Lennon y dejó en evidencia a Fabianski. El plan de Juande mejoraba minuto a minuto. Como precisa la prensa inglesa en su edición de hoy, "ha encajado perfectamente en el folcklore de los Spurs; ha demostrado que es un técnico capaz de triunfar y por eso ya le adoran".

Dulce venganza

El tres a cero enterraba el choque y servía en plato de lujo una venganza que tuvo un momento álgido el año pasado en las semifinales de esta misma competición, con victoria de los ''Cañoneros''. En 47 minutos de venganza reconcentrada, habían borrado dos lustros. O, al menos, los habían barrido debajo de la alfombra para deleite de una noche inolvidable.

El cuarto de Aaron Lennon tras una nueva contra letal fue la puntilla para el Arsenal, incapaz de recordar una derrota así de humillante. El gol de Emmanuel Adebayor, insípido como un vaso de agua del grifo, pareció silenciar a la grada. No fue así, cogieron el último aliento para despedir a los ''Spurs'' como merecían: con un eterno "Qué será, será..." preludio del apoteosis: el quinto de la noche, una manita de ensueño firmado por el francés Steed Malbranque.

Juande accedía a su primera final en el fútbol al que vino a triunfar por la puerta grande. Vapuleando al equipo que ha maravillado esta temporada a todo el planeta.

El equipo de Juande golea 5-1 al Arsenal
El equipo de Juande golea 5-1 al ArsenalAP

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