Martins rompe la maldición del Recreativo

Las derrotas y la casi total carencia de goles habían languidecido Huelva. El público, airado contra Víctor Muñoz, pedía su cabeza; los jugadores onubenses miraban tristes la portería rival, tras 650 minutos sin marcar un tanto; y Osasuna, al acecho, se prometía un fructífero viaje y una victoria sencilla. Sin embargo, todo se volvió del revés.

En un encuentro de zafarrancho, con el balón enredado en la medular entre faltas, parones y pérdidas, el Recreativo tuvo la fortuna de marcar y defenderse al límite, con mucho orden y sacrificio, mientras los de Ziganda apuraban los últimos minutos para solventar el desaguisado, pero sin éxito.

Antes, el choque se había disputado a empujones, sin continuidad y con ocasiones contadas, casi siempre salidas de jugadas a balón parado. El suizo Margairaz, en una de sus pocas intervenciones, a la salida de un córner a punto estuvo de batir a Sorrentino con un toque de puntera. La respuesta, casi inmediata, de Martins, con el lanzamiento de una falta.

Javi García, cumplidor en su papel de central, volvió a poner nervioso al meta italiano con un libre indirecto. Era el comienzo de la segunda mitad y la premura del tiempo, sumada a la agonía del Recreativo, llevó el encuentro a sus más altas cotas de pasión y nervios. El juego, sin ser esplendoroso, sí que se demostró más vivaz, con unas bandas más abiertas, de la mano del joven Vela y el incansable Juanfran, por parte de Osasuna, y Cáceres y Marquitos, en el bando recreativista. De la combinación entre Vela y Juanfran surgió la gran ocasión de Osasuna, que Dady, después de un buen quiebro al borde del área, lanzó contra el palo. Martins, un par de minutos después, no erró. Aprovechó una pelota rechazada tras una internada de Cáceres y, llegando desde lejos, coló el balón por el palo corto con un potente disparo.