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PREMIER LEAGUE

Líder a la heroica

El Arsenal, con un gol de Cesc, se mantiene en lo alto de la tabla tras arañar un empate ante el Manchester United (2-2)

Arsenal y Manchester United empataron a goles (2-2), a dominio del juego y a sensaciones como los dos mejores equipos de la Premier League, en las tablas firmadas hoy en el Emirates Stadium, en un completo partido que el veterano Gallas empató en el último minuto y en el que Cesc marcó un gol repleto de templanza. Media hora antes del partido, cuando Cesc Fábregas saltó al campo para conceder un premio a una joven futbolista de la cantera 'gunner', el Emirates estaba prácticamente vacío. "El Mundo se parará para ver este partido", afirmó Wenger en la víspera. El mundo, si se entiende por él la hinchada de los 'Cañoneros', se encontraba aún fuera del estadio, como es tradición.

El Arsenal entonces realizó su llamada, pinchó en megafonía el mítico 'London calling' de The Clash, y el Emirates se abarrotó para recibir el partido del año -de momento- en Inglaterra. El equipo del galo Wenger comenzó haciendo su fútbol. Se movía en tres cuartas partes del terreno del Manchester con gracia, a ratos como si jugara en una mesa de billar -una mesa de billar francés-, circulación rápida y carambolas de allá para acá. Juegos artificiales. El que asustó primero fue el Manchester con un cabezazo al palo de Cristiano Ronaldo, sólo a la salida de un saque de esquina. Luego llegó una de Giggs para Tévez y más tarde una contra con mucho peligro que marró el propio extremo galés.

Los hombres de Wenger desplegaban un juego de salón pero los 'Diablos Rojos' helaban con sus contraataques. Los de Ferguson neutralizaban así un prometedor inicio del Arsenal, con Anderson como la peor sombra de Cesc en mucho tiempo. El brasileño le dejaba hacer al español hasta el centro del campo. Entonces llegaba a sus dominios y ahí no había donde rascar. El planteamiento de Ferguson, que denotaba cierto temor al fútbol de su colega en el Arsenal, le funcionaba de maravilla, pues con Cesc maniatado Flamini lo está también y el magnífico mecanismo del Arsenal se desengrasa por completo. Y así en cadena.

Gallas, protagonista por partida doble

En ésas, el minuto 36 fue testigo de uno de esos momentos que dejan entrever un relevo generacional en ciernes. William Gallas, el capitán, se acercó antes de una falta que iba a botar Cesc a comentarle algo al catalán. Fábregas lanzó una falta perfecta para la cabeza del francés, que remató solo en el área pequeña en la ocasión más clara de la primera parte, detenida por Van der Sar. Y en el descuento del primer tiempo, cuando el Manchester parecía que se había dormido del todo, Brown arrebañó un balón para Cristiano Ronaldo, que cedió rápido para Rooney en el primer palo, repetición de una que minutos antes no salió. Ahora Gallas llegó tarde, más que Rooney -desapercibido hasta entonces- que remató sin que Almunia pudiera hacer nada, tal vez falto de reflejos.

La segunda parte, sin respiro, comenzó con la jugada que Anderson jamás quiso ver en este partido. El balón era ajeno a Cesc Fábregas, que llegaba sólo al área de van der Sar. Mientras, Adebayor y el portero holandés se enfrentaban en un balón que acabó en el punto de penalti, donde había que estar. Y allí se encontraba Cesc, que con infinita paciencia paraba el balón y lo ponía en un extremo de la portería del United, con dos defensas sin poder hace nada para detener esa pelota calmada hacia el gol. Cesc celebró con rabia su sexto gol en la Liga, undécimo de la temporada, en la banda de su entrenador, Wenger, mientras todo el Emirates se volvía loco coreando su nombre. Cesc ponía el reloj a cero y vuelta a empezar, el Arsenal de nuevo líder.

A falta de un cuarto de hora Wenger dio una vuelta de tuerca más e introdujo al rapidísimo Theo Walcott por Emmanuel Eboue, extenuado. Ferguson se fue a por los tres puntos con Carrick y Saha. Al que le funcionó fue al escocés. Saha combinó con Evra que cedió para Ronaldo. El portugués aprovechó la asistencia con Almunia, que se equivocó en la salida, lejos de su marco. El Arsenal lo intentó con todo y hasta pudo empatar con un remate a su propia portería del jugador del Manchester Evra. El esfuerzo parecía excesivo y los 'gunners' estaban dispuestos a ceder su liderato. Ahí apareció el veterano William Gallas para, tras una serie de rebotes, empatar un partido que había sido en su mitad del Arsenal, heroico esta vez, lejos el virtuosismo. El Arsenal sigue líder con un partido menos pero ya conoce con quien tendrá que jugarse los cuartos de esta liga. Sir Alex Ferguson y sus Diablos Rojos.

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