El Getafe logra su primer triunfo

A la octava jornada de campeonato y con un proyecto puesto bajo sospecha después del escaso botín fraguado, el Getafe de Michael Laudrup se puso en marcha impulsado por su primer triunfo liguero, conseguido ante un Murcia que tuvo buena mano para el juego pero escasa determinación.

Una maniobra táctica ejecutada a tiempo por el técnico danés espoleó al equipo madrileño. Laudrup no suele perder la compostura. Su talante ofrece el mismo dibujo cada vez que se asoma a la presencia pública. No suele dejarse ver fuera del banquillo a lo largo de un partido. Y nunca ejecuta una voz más alta que otra. Sin embargo, el run run de la grada sacó al técnico de su sosiego. El Getafe no fue capaz de tirar a puerta en la primera mitad. Ni siquiera se aproximó con peligro. Ni una jugada. Ni dos pases seguidos.

El público del Coliseum, que compartió su interés entre la fórmula Uno y el balón, se puso a advertir su inconformismo. Para entonces Laudrup, preocupado por la mayor posesión del balón de su rival y por los dos cómodos cabezazos que ejecutó Iván Alonso sobre la meta del Pato Abbondianzieri, ya había salido tres veces de su banco. Algo impensable en el danés, más amigo de decisiones sosegadas que de impulsos.

Pero fue un arrebato lo que le dio la solución. No esperó al descanso y pareció una decisión para la galería. Para acallar el evidente protestar de la grada. Pero Laudrup quitó a Nacho y sacó a Kepa Blanco, un oportunista que representa al gol pero que no había solucionado gran cosa desde su llegada a Getafe procedente del fútbol inglés. El danés tiró del andaluz y dejó aún calentando a Granero y De la Red, dos ex madridistas sin repercusión en este equipo. Dos movimientos de Kepa dieron algo de profundidad al cuadro local. Más de lo esperado.

Pendientes del futuro de Fernando Alonso el encuentro entró en ebullición tras el descanso. Un buen centro de Manu del Moral, de largo el hombre con más criterio del cuadro getafense dada la ausencia por lesión de Pablo Hernández, el mejor del curso hasta que llegó su baja, fue aprovechado por un cabezazo de Kepa, que abrió el marcador. La jugada salió redonda a Laudrup. En pleno éxtasis del Alfonso Pérez, que estalló en cuanto corrió la voz de que Lewis Hamilton se salió de la pista en el Gran Premio de Brasil. El Getafe asumió como suya dicha euforia y aprovechó la situación. Javier Casquero tomó un balón en la media luna y a base de furia se plantó hasta Notario, al que batió por bajo para dar al Getafe su primer triunfo en Liga.

La expulsión de Kepa, por una presunta agresión a Mejía, alteró la normalidad local, de nuevo comprometido con la situación con un jugador menos. Pero el Getafe aguantó. El Murcia hacía tiempo que había dejado de creer en sí mismo.