La FIA castiga a McLaren con la pérdida de puntos y una multa de 100 millones por espiar a Ferrari
Sus pilotos, Fernando Alonso y Lewis Hamilton, no serán sancionados
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA), ha anunciado que culpa a la escudería McLaren en el caso de espionaje a Ferrari. El equipo que capitanea Ron Dennis ha sido castigado con la pérdida de los 166 puntos del Mundial de Constructores que ha conseguido esta temporada y tendrá que pagar una multa de 100 millones de dólares (72 millones de euros). Ni Fernando Alonso ni Lewis Hamilton han sido sancionados. Tras anunciar el veredicto, el presidente de la FIA, Max Mosley, ha declarado: "Se ha hecho justicia".
La FIA, según señala EFE, ha desposeído a McLaren de sus puntos en el campeonato de constructores, certamen en el que ya no podrá volver a puntuar en las cuatro carreras que faltan para el final del certamen. La cuantiosa multa que tiene que afrontar el equipo se descontará de los derechos de televisión que le corresponden a McLaren. Asimismo, en un comunicado, agrega que la escudería de Dennis estará el año que viene bajo observación por si se aprovechan de alguna información procedente de Ferrari, en cuyo caso podrían sancionar de nuevo al equipo anglo-germano en 2008.
"El Consejo Mundial deberá recibir un completo informe técnico de los coches de McLaren para 2008 y en su reunión de diciembre próximo estudiará si debe sancionar o no al equipo para la temporada próxima", añade la FIA, que explicará mañana los motivos completos de estas decisiones. Además explica que los puntos sumados por el resto de escuderías permanecerán inalterados y que ningún representante de McLaren podrá acceder al podio en el caso de que alguno de sus pilotos gane alguna de las cuatro carreras restantes.
Larga deliberación
El Consejo Mundial de la FIA, reunido desde las 10.00, hacia las 19.00 horas ha anunciado el veredicto que hunde a la escudería de Fernando Alonso. Tras escuchar los testimonios del piloto británico y actual líder del mundial de McLaren, Lewis Hamilton, del probador Pedro Martínez de la Rosa, el patrón de Mclaren Ron Dennis, el director de competición de Mercedes, Norbert Haug, el accionista de la escudería anglo-alemana Mansour Ojjeh y el director de operaciones Jonathan Neale, le ha tocado el turno a Ferrari. La escudería italiana ha estado representada por Jean Todt, y el ingeniero Ross Brawn, que está disfrutando de un año sabático, y que trabajó estrechamente con Nigel Stepney, quien fue quién sustrajo el informe de 780 folios que pasó al jefe de diseño de McLaren, Mike Coughlan.
La Plaza de la Concordia de París ha estado, desde esta mañana, en el punto de mira de cientos de periodistas. Dentro, los miembros del Consejo Mundial han estado cerca de de 10 horas reunidos. Sobre la mesa: las nuevas pruebas en el caso de espionaje de McLaren a Ferrari. Actualmente la escudería anglo-alemana lideraba el Mundial de Constructores por delante de Ferrari. Aunque no lo ha conseguido de forma limpia: el pasado 26 de julio el Consejo ya dictaminó que McLaren poseía información confidencial de la escudería de Maranello aunque no hubo sanción pues, en teoría, sólo Coughlan sabía los detalles del informe. Unos correos entre Fernando Alonso y Pedro Martínez de la Rosa volvían a encender las alarmas al final de la semana. ¿Habría tenido más gente el informe confidencial de Ferrari? Según lo que ha dictaminado, la FIA tiene pruebas que lo confirman y por eso ha castigado de forma ejemplar a McLaren. Mientras y ajeno a la polémica, el piloto español Fernando Alonso se entrenaba esta mañana en Spa para preparar el Gran Premio de Bélgica de este fin de semana.
La mayor multa de la historia
La sanción económica de 100 millones de dólares impuesta a la escudería Mclaren-Mercedes es la mayor en la historia del campeonato de Fórmula Uno, desde su creación en 1950. La multa supone el la cuarta parte del presupuesto de McLaren-Mercedes para la presente temporada (400 millones), el más alto de las once escuderías que compiten y de esos 100 millones de dólares hay que descontar el dinero que el equipo pierde por no poder ser campeón del mundo de constructores, por lo que la multa real ascendería a entre 20 y 30 millones de dólares.
Mclaren-Mercedes había superado este año en presupuesto a Toyota, que había sido el mayor las últimas temporadas y este año se ha quedado en 393 millones, seguida por Honda, 382 millones; BMW Sauber, 378 millones y Ferrari, 329 millones. La sanción económica a Mclaren-Mercedes es superior a los presupuestos de las escuderías: Super Aguri (95 millones), Spyker (76), Red Bull (66) y Toro Rosso (66). La mayor sanción deportiva la impuso la FIA en 1984 cuando a tres carreras del final expulsó del mundial de Fórmula Uno a la escudería británica Tyrrell, que había sido campeona del mundo en 1971, y dejó sin puntos a sus pilotos.
Tras el Gran Premio de Detroit en el que terminó segundo el británico Martin Brundle, los comisarios encontraron en la verificación del coche restos de hidrocarburos en un depósito de agua que se pulverizaba en la inyección del motor para mejorar su rendimiento, y lastre en forma de bolas de plomo en el mismo depósito.
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