Rusia puede con las estrellas griegas

Rusia llega a la segunda fase invicta y como campeona del Grupo A tras superar justamente a una desconocida Grecia, actual campeona de Europa, por 61-53. Guiado por un colosal Kirilenko (12 puntos, 17 rebotes, 5 tapones y ni una sola personal en 38 minutos), el combinado ruso demostró que es serio candidato a las medallas y el principal rival de España en la siguiente fase del Europeo.

En un partido que defraudó a las expectativas creadas, pese a su emoción e intensidad defensiva ,Grecia fue siempre inferior a su oponente, entre otros cosas por el mal momento de forma y apatía de su estrella, Papaloukas. Rusia salió dominando desde el principio con sus armas bien definidas: dura defensa, cerrando sobre todo el juego interior del rival, y ataques muy elaborados explotando la velocidad y el tiro de Holden, a un siempre decisivo Kirilenko y el acierto de Khryapa.

Los de Giannakis no se enteraron de lo que iba la cosa en el primer cuarto (15-8). No mejoraron mucho los helenos en el inicio del s egundo parcial, aunque al menos apretaron en defensa e impidieron que Rusia superara la decena de puntos de ventaja (23-13, 15''). El equipo de Blatt desperdicio la oportunidad de dejar el choque medio sentenciado ante del descanso por abusar de los triples y Grecia arregló su mal partido con un parcial de 0-7 en dos minutos que dejó las espadas en todo lo alto para la segunda parte (25-22).

La intensidad del juego creció aún más en el tercer cuarto, que fue bastante mejor que los dos anteriores, con Grecia más enchufada (28-30, m.24) y Rusia tratando de arreglar sus problemas ofensivos con triples. Un nuevo arreón en el marcador de Rusia, junto a otro bajón en el juego heleno, le permitió llegar con ventaja al último cuarto (44-38). Con la primera posición del grupo en juego, la tensión se palpaba en los diez últimos minutos (patético parcial de 3-3 en cuatro minutos). Ningún equipo aprovechaba los errores del rival y cada canasta valía su peso en oro. Una técnica a Kakiouzis empezó a decidir el choque (54-45, 35''), mientras que Grecia no supo aprovechar la técnica de la compensación señalada poco después al banquillo de Blatt.