Feliciano López, primer español en octavos

Feliciano López se convierte en el primer español en alcanzar los octavos de final del Abierto de EEUU tras derrotar al joven norteamericano procedente de la fase previa, Donald Young, en cuatro sets (3-6, 6-3, 7-6 (5) y 7-5). Con esta victoria, López firma en el presente curso la mejor actuación de su carrera en Nueva York, dando la vuelta a un partido que le enfrentaba con una de las revelaciones del tenis estadounidense, que disfrutaba de una invitación directa de la organización del torneo.

Young, sin embargo, ha tenido un tránsito sosegado hasta la tercera ronda, una situación impensable para él. Tras eliminar en el primer partido al ruso Igor Andreev, pasó directamente a la tercera eliminatoria gracias a la retirada del francés Richard Gasquet. Pero el duelo con López ha puesto fin a sus aspiraciones en el Abierto. Ahora el español tendrá que medirse en octavos al número uno del mundo, el suizo Roger Federer, que debe solventar su compromiso con el estadounidense John Isner.

La de Feliciano López es la única presencia española en octavos hasta el momento a la espera de la jornada del domingo, en la que entrarán en acción Rafael Nadal, Tommy Robredo, David Ferrer y Carlos Moyá.

Nadal, Moyà, Ferrer y Robredo esperan su turno

Rafael Nadal avanzó hacia la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos después de que su adversario, el serbio Janko Tipsarevic, decidiera abandonar aquejado de dolencias en el costado derecho. Nadal ganaba por 6-2, 6-3 y 3-2 cuando el balcánico decidió abandonar después de disputar 98 minutos de partido y de haber solicitado la atención del médico de la pista en varias ocasiones. El tenista español se enfrentará en tercera ronda al francés Jo Wilfried Tsonga, que derrotó al británico Tim Henman.

Por otro lado, David Ferrer ganó al francés Florient Serra (4-6, 6-3, 6-3 y 6-2) y se convirtió en el sexto tenista español en alcanzar la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos.

El jugador alicantino tuvo que remontar la ventaja inicial adquirida por el tenista galo. Pero se mantuvo siempre en el partido que resolvió en cuatro parciales. Ferrer supera la segunda ronda del último Grand Slam del curso por tercer año consecutivo. Ahora le espera el ganador del partido entre el belga Xabier Malisse y el argentino David Nalbandián.

Tommy Robredo, que tuvo el partido en su mano y estuvo contra las cuerdas después en el duelo contra el estadounidense Mardy Fish, terminó por imponerse a su adversario para adjudicarse la victoria (6-4, 3-6, 6-4, 6-7 (7) y 6-4) y avanzar a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos. El tenista de Hostalric, que dispuso de dos puntos de partido en el cuarto parcial, estuvo próximo a la eliminación cuando el norteamericano se situó con 4-1 en el quinto y definitivo set. Robredo ofreció una reacción magistral y se anotó cinco juegos consecutivos para apuntarse la victoria.

Moyá, decimoséptimo cabeza de serie, sigue demostrando que atraviesa una segunda juventud y su firmeza en el servicio le sirvió para deshacerse cómodamente de Kunitsyn por 6-4, 6-4 y 7-5. Ahora, el balear espera rival del enfrentamiento entre el alemán Philipp Kohlschreiber y el ruso Mikhail Youzhny.

Almagro cede ante Davydenko y Verdasco ante Berdych

El tenista español Nicolás Almagro ha caído derrotado en tres sets (7-5, 6-0 y 7-5) ante el ruso Nikolay Davydenko en un partido de tercera ronda en el que el valenciano acusó en exceso las molestias que arrastra en su brazo. Davydenko, cuarto cabeza de serie del torneo, ha jugado un tenis frío, sin apenas fisuras (tan sólo una en el tercer set, cuando Almagro no supo aprovechar un 5-4 a su favor) y ha cerrado el partido a la primera oportunidad.

En la primera manga, Davydenko ha gozado de la iniciativa en el marcador tras romper el saque de su rival en el momento preciso. Con un ''break'' de ventaja, el ruso se ha limitado a apuntarse su saque para vencer en el set. La pérdida del primer set ha hecho mella en Almagro durante la reanudación, aún más cuando el ruso ha roto de nuevo el servicio al español, dejando toda la presión de su lado.

Fruto de ello, el rendimiento de Nicolás Almagro se ha visto reflejado en el marcador de la segunda manga. En un abrir y cerrar de ojos, la cuarta raqueta del circuito ha marcado el ritmo del tercer set tras imponerse por un contundente 'rosco' a base de golpes certeros, imposibles para el murcian, y un juego directo que ha terminado con siete breaks a su favor. Davydenko se verá las caras en la siguiente ronda con el vencedor del duelo entre el británico Andy Murray y el coreano Hyung-Taik Lee.

El checo Thomas Berdych, noveno favorito, ha terminado también con las expectativas de Fernando Verdasco en el Abierto de Estados Unidos tras eliminarle por 7-6 (2), 6-1 y 7-6 (3). Verdasco perdió gran parte de sus oportunidades de igualar su mejor papel en nueva York (en el 2005 llegó hasta la cuarta ronda) en el primer parcial, cuando tras haber roto el servicio del centroeuropeo se dispuso a sacar para apuntarse el set.

No aprovechó la ocasión el madrileño, que perdió su servicio, y lo llevó al desempate, donde el checo fue superior. Fue un mazazo para Verdasco, que desapareció del choque en el segundo. El español ha mantenido el tipo en tercero, pero de nuevo la fortuna del 'tie break' se ha resuelto de lado del checo, que ha sabido rentabilizar sus cualidades y adjudicarse el partido.

Nueva York se queda sin su modelo

Por otro lado, en el cuadro femenino, la polaca Agnieszka Radwanska ha dado la gran sorpresa del Abierto de Estados Unidos al eliminar en la tercera ronda a la todavía vigente campeona Maria Sharapova. Radwanska, adjudicándose los seis últimos juegos del partido, se ha impuesto por 6-4, 1-6, 6-2 sobre la rusa, que sólo sacó su coraje en el segundo set.

Con esta derrota, Sharapova se convierte en la primera segunda cabeza de serie que pierde antes de los octavos de final del US Open desde Andrea Jaeger en 1981. Radwanska, número 30 entre los cabezas de serie, ha sabido templar su juego con calma e inteligencia, acercarse a la línea en el saque de Sharapova, y aprovechar las ráfagas de viento que han desconcentrado visiblemente a su oponente.