Messi regresa a lo grande
El equipo de Rijkaard vence al Bayern (0-1) gracias a un magnífico gol del argentino en los instantes finales
En su primer partido de pretemporada, el día en que Frank Rijkaard disponía por fin de sus cuatro delanteros estrella, Ronaldinho, Eto'o, Henry y Messi, el pequeño delantero argentino emergió entre sus tres compañeros para anotar el gol de la victoria frente al Bayern de Munich. En el Allianz Arena, uno de los estadios más modernos de Europa, y cuando el partido ya languidecía, condenado a un empate sin goles, Messi rescató un balón en el vértice derecho del área del Bayern y conectó una volea impecable. El balón golpeó en el poste derecho de Rensing, sustituto de Kahn, y se coló en la meta alemana. Un gran tanto que certificó el valor de un jugador como Messi, capaz de cambiar el signo de un partido por sí solo.
Por lo demás, el Barcelona sólo ofreció una declaración de intenciones. Hasta la irrupción de Messi, un fogonazo que iluminó un partido plano, el equipo de Rijkaard se había quedado a medias. Trenzó el juego sin demasiados problemas, pero no finalizó las jugadas. Ni Henry ni Eto''o supieron resolver. Del Bayern no hubo noticias hasta el ecuador de la primera parte. Despertó con un inocente disparo de Altintop desde media distancia, y estuvo a punto de adelantarse en un remate de Luca Toni, el ariete gigante del equipo bávaro. El italiano, libre de marca, llegó forzado al balón servido por Scholl y lo envió fuera.
Fiel a su estilo, el Barcelona siguió tocando. Buscando un resquicio entre la defensa del Bayern, siempre sólida. Lo encontró Ronaldinho, que habilitó a Henry, al que dejó a solas con Kahn. Pero con muchos metros por delante y tiempo para pensar, el francés se ofuscó y estrelló la pelota en el cuerpo de Kahn. Tampoco le fue mejor en el rechace, que envió fuera. Su error recordó al de la final de la Liga de Campeones de 2006, cuando falló un mano a mano casi idéntico ante Valdés.
Messi soluciona la escasez de pegada
Impasible, el Bayern se estiró poco a poco. Desplegó su juego áspero; poca elaboración y muchos disparos lejanos, tan propio de la Bundesliga. Enfrente, el equipo de Rijkaard tocaba y tocaba, aunque sin demasiada profundidad. Henry, Eto'o y Ronaldinho permutaron posiciones continuamente, pero el ritmo del encuentro fue tan lento que se fue apagando hasta el descanso.
La reanudación no ofreció mejor fútbol. Permitió asistir a la despedida del alemán Mehmet Scholl en su partido de homenaje y al debut de Gabi Milito como barcelonista. También Márquez y Messi jugaron sus primeros minutos del verano. Y el argentino los exprimió a lo grande. Ocupó su posición natural, en la banda derecha, y apareció en los minutos finales del partido con una sensacional volea que le reivindica como un delantero tan capaz como Eto'o, Henry o Ronaldinho. Klose y Ribery intentaron animar el ataque del Bayern, incluso el ex del Werder Bremen estuvo a punto de cazar un balón que se paseó junto a la línea de gol de Valdés, pero todo el protagonismo del partido, con el permiso de Scholl, fue para Messi y su brillante regreso al conjunto azulgrana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.