Prohibido insultar
La policía china amenaza a los seguidores chinos con efectuar arrestos si profieren insultos contra los jugadores del Barça
La policía de Pekín ha advertido a los aficionados que mañana, domingo, acudan al partido entre el FC Barcelona y el Beijing Guoan que no tolerará el más mínimo insulto, y llevará a cabo detenciones si es necesario, según relató hoy la prensa oficial. "Aquellos que comiencen a emitir juramentos o muevan a que la muchedumbre haga comentarios ofensivos serán expulsados del partido o incluso detenidos y alejados de los estadios durante un año", advirtió el portavoz de la policía en el distrito de Fengtai, donde se jugará el partido entre los blaugranas y el equipo local.
En el estadio del mismo nombre, con capacidad para 30.000 personas, se colocarán policías con cámaras de vídeo grabando a los espectadores, al acecho de palabras feas y maldiciones. Los aficionados pequineses, al parecer, son conocidos por sus insultos contra el contrario, o incluso contra los suyos si éstos no muestran un buen juego. Aunque usan insultos en mandarín que a un extranjero apenas afectarían, tales como "wangba" ("huevo de tortuga"), las autoridades de Pekín temen que den mala imagen, por lo que han decidido endurecer las penas contra este comportamiento.
Los aficionados de Pekín son famosos en la liga china por su verborrea en la grada, e incluso llegaron a crear la "Unión de Insultos de Pekín", dedicada a promover esta práctica entre los fans del Guoan. Varios creadores de esa organización fueron detenidos durante unos días el pasado mes por promover los insultos en la grada, según relató Xinhua. Con el FC Barcelona se da una circunstancia curiosa: el nombre de uno de los pilares de la plantilla, Xavi Hernández, suena exactamente igual que un fuerte insulto en mandarín, "shabi", por lo que los aficionados chinos esta vez podrán alegar que no insultan a nadie al pronunciar esa palabra, sino que están vitoreando al capitán barcelonista.
El partido entre el FC Barcelona y el Beijing Guoan es uno de los platos fuertes de las celebraciones de Pekín para conmemorar que sólo queda un año para los Juegos Olímpicos que acogerá en 2008. Entre los preparativos para la cita olímpica se encuentran campañas para mejorar los modales de los aficionados chinos en los estadios, ya que en el pasado han sido numerosas las trifulcas en encuentros de la liga china de fútbol. Los incidentes más graves se dieron hace tres años en la final de la Copa de Asia entre China y Japón, jugada precisamente en Pekín en la que los aficionados locales -furiosos por la derrota china- apedrearon al autobús de los nipones y agredieron a dos periodistas.
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