España supera la primera reválida

Trabajo, buen hacer y fortuna. España cimentó su triunfo frente a Letonia en este triple argumento que le permite conservar sus posibilidades de lograr la primera plaza de su grupo. La insistencia del combinado nacional encontró su premio en dos acciones decisivas, condimentadas con una generosa dosis de suerte, para llevarse los tres puntos de Riga. La Selección acertó en los momentos clave, los instantes decisivos, y superó con relativa holgura la escasa oferta futbolística de Letonia.

El partido comenzó con el abrumador dominio del equipo de Luis Aragonés. El once letón, encerrado en su área, resistía a duras penas las recurrentes embestidas de la Selección. De inicio, el técnico español apostó por el debutante Luís García y el olfato realizador de Villa en la dupla de ataque, mientras que en el centro del campo, la pareja formada por Xavi e Iniesta tomó la batuta del partido.

Sin embargo, la buena dirección de ambos no era suficiente para traspasar el sólido muro planteado por los letones. Bajo un férreo orden defensivo, Letonia cedió la iniciativa a España a la espera de encontrar la recompensa en una acción a balón parado. Una desdichada apuesta que, no obstante, obtuvo sus frutos hasta que una desafortunada jugada castigó la carestía del conjunto letón.

Ante el complejo entramado defensivo de su rival, España se entregó al juego por las bandas. Las internadas de Angulo e Iniesta, actuando como falso interior, pusieron en entredicho la estabilidad de la selección letona. Un tímido disparo del jugador valencianista supuso el preámbulo a un carrusel de oportunidades para la Selección. En el 29', Villa hizo gala de su depurada técnica para controlar exquisitamente el esférico y quedarse ante Kollinko, que estuvo muy rápido en la salida. Poco después, Angulo apostó de nuevo por el tiro de media distancia, pero el balón salió lamiendo la escuadra de la portería letona.

La insistencia española se topaba una y otra vez con el rocoso juego letón. Aferrada a la velocidad de Verpakovkis, Letonia apenas pisó el área de un Iker Casillas que, con este encuentro, ya cuenta con 69 partidos como internacional a sus espaldas. Tan sólo un efímero choque de trenes entre Puyol y Karlsons alteró la balsámica dinámica del choque. Después de algunos acercamientos, estériles casi todos ellos, la oportuna intervención de la fortuna permitió a España quebrantar el baluarte letón. Cuando la primera mitad acariciaba su fin, Zakresevskis introdujo el balón en su propia meta al intentar evitar el remate de Villa.

Segundo golpe de fortuna

El tanto del zaguero letón permitió a los de Aragonés encarar la segunda mitad con más garantías. Resquebrajada la barrera letona, España dispuso de más espacios para aprovechar la verticalidad de sus hombres. El seleccionador nacional dio entrada a Soldado, de estreno, y a Joaquín, al que un problema en el pie le impidió actuar desde el principio. El partido ganó en ritmo, los jugadores se liberaron de sus ataduras y Letonia dispuso de una oportunidad que podría haber cambiado el rumbo de la contienda. Verpakovskis, sólo ante Casillas, cruzó en exceso el esférico y desperdiciaba así una excelente ocasión para dinamitar la estructura española.

La indulgente acción del delantero del Getafe obtuvo una respuesta inmediata. España comenzó a carburar. Xabi Alonso aportó más sentido a la salida de balón y los atacantes afilaron su instinto. Pero ni la hiperactividad de Soldado, ni el olfato de Villa encontraron el tortuoso camino al segundo gol. Fue Iniesta, tras un envenenado disparo de Xavi que golpeó en la espalda del jugador manchego, quien consiguió el 0-2 que certificaba la victoria española. El primer examen está aprobado. Próxima parada, Liechtenstein.