El Nástic, muy cerca de Segunda
El Gimnàstic puso pie y medio en Segunda tras perder contra el Villarreal (0-3) en un partido en el que los jugadores que entrena el chileno Manuel Pellegrini realizaron un fútbol práctico, aprovechando la inocencia de los locales en ataque.
Los visitantes fueron muy superiores en la primera mitad, mientras que aguantaron la embestida local en la segunda mitad, la de un equipo que mereció mejor suerte, teniendo en cuenta la gran cantidad de oportunidades generadas. El primer error defensivo de los locales supuso el 0-1. Ruz no controló en terreno del Villarreal, y Cani se fue a la contra por velocidad hasta la frontal, donde vio a Forlán entrando por la banda izquierda. El uruguayo la cruzó ante Bizzarri, marcando el primero de la tarde.
A partir de ahí el Nàstic quiso seguir con el control del partido, pero fue el Villarreal quien dominaba el ''tempo'' del mismo. Si tenía que apretar lo hacía, si tenía que defender también, pero siempre dando la sensación de que controlaba la situación. A los 27 minutos de juego lo volvió a intentar Forlán, esta vez mediante un lanzamiento de falta, a escasos metros de la frontal. Su disparo salió muy desviado por encima de la portería de Bizzarri.
Tres minutos más tarde fueron los locales quienes tuvieran el gol cerca. Portillo se internó por la izquierda y su centro estuvo a punto de ser rematado por Rubén Castro en boca de gol. Viera estuvo más rápido que Castro, atajando el esférico. La última oportunidad de la primera parte llegó para los locales. Rubén Castro recogió dentro del área un desplazamiento en largo enviado por Matellán, y su lanzamiento salió tocando el lateral de la red cuando se cantaba el gol. Unos minutos antes, Pirés había enviado un balón dentro del área que nadie supo rematar en boca de gol.
En la segunda mitad, Flores, entrenador local, intentó reaccionar dando entrada a un extremo derecho como Cuellar y dejando así en el banquillo a Campano. Pero la primera oportunidad local llegó por la izquierda, tras un centro de Portillo al que no llegó nadie a rematar. Fue la primera aproximación de la segunda mitad. A los seis minutos de la reanudación, Pinilla tuvo la ocasión mediante una falta directa en la frontal, que salió desviada. Fue el Nàstic quien tuvo la mejor oportunidad, pero Rubén Castro falló ante la portería cuando se cantaba el gol del empate.
Castro remató un centro de Pinilla sin oposición, enviando el balón al larguero. Un minuto después el mismo delantero se plantó en el área sin oposición, pero estuvo demasiado lento ante la defensa de Pellegrini, que abortó la jugada. El Nàstic seguía apretando y llegando a la portería rival con relativa facilidad y creando claras ocasiones de peligro. A los 24 minutos se cantó el gol tras un lanzamiento de esquina botado por Pinilla, pero Viera estuvo más atento que los delanteros, atajando el esférico.
La siguiente volvió a ser, de nuevo, para Rubén Castro, quien envió al cuerpo del portero tras recibir un pase magistral de Ismael. Los de Flores lo seguían intentando con ímpetu, pero faltos de acierto de cara al gol, que no llegaba. A los 32 minutos, el mismo Rubén le quitó el balón a Portillo tras un centro, cuando el madrileño estaba mejor colocado. Los nervios empezaban a hacer mella en los locales. La calidad de los de Pellegrini se impuso, y Matías Fernández decidió resolver el encuentro. Éste vio a la izquierda a Forlán, quien fusiló a Bizzarri. Era el 0-2 y la sentencia. Matías Fernández puso la puntilla tras una gran jugada personal en el minuto 90. El Nàstic caía de forma virtual a Segunda división, a falta de seis jornadas por disputarse.
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