El Zaragoza, en zona 'Champions'
El fuerte calor sobre el césped de La Romareda hizo variar la entrega física de ambos conjuntos
El Real Zaragoza, con la victoria lograda sobre el Celta, vuelve a colocarse en posición de Liga de Campeones tras un partido complicado que resolvió la entrada en el campo del brasileño "Ewerthon" Henrique de Souza, que en apenas dos minutos marcó los dos goles de los maños.
Tras la derrota de la pasada jornada contra el colista, Nástic de Tarragona, el equipo estaba obligado a dar otra imagen y aunque ésta no fue la de un equipo dominador y superior contra otro de los conjuntos que luchan por la permanencia, tuvo la virtud de hacerse con los puntos frente a un Celta al que el "efecto Stoichkov" se le rompió en esta jornada.
En un partido marcado por el calor ambos equipos parecieron reservar fuerzas para la segunda parte, ya que tras unos primeros 45 minutos en donde nadie se quiso desgastar, la salida tras el descanso mejoró el juego. El fuerte calor sobre el césped de La Romareda hizo variar los planteamientos habituales en cuanto a entrega física de ambos conjuntos.
Ninguno se atrevió a salir de inicio con una presión fuerte por miedo al desgaste que podía suponer para la segunda mitad. Esto perjudicó claramente al equipo local que era el encargado de llevar el peso del juego y tenía la teórica obligación de atacar, porque para superar el sistema de contención rival si no existe la velocidad es casi imposible sorprender. El Zaragoza, tras unos inicios con cierto despiste, se hizo con el balón pero no fue capaz de superar el entramado defensivo planteado por Hristo Stoichkov.
Primero lo intentó con balones largos y luego con juego más elaborado y con toque, pero ni de una ni de otra forma fue capaz de inquietar al meta José Manuel Pinto. Los largos desplazamientos en diagonal eran rechazados con facilidad por la defensa céltica y con el juego colectivo el equipo maño tocaba y tocaba llevando el esférico de lado a lado, pero sin encontrar huecos porque los jugadores se mostraban demasiado estáticos.
Tan solo en el tramo final de este periodo el juego se avivó. Primero en un contragolpe foráneo que el brasileño Nené finalizó con un remate que detuvo César, en el minuto 34, y en el 43 y 44 con sendas oportunidades aragonesas de Andrés D'Alessandro y de Diego Milito, éstas en los dos únicos momentos en que los locales pusieron velocidad al juego en todo el primer periodo.
Otros aires
El segundo tiempo comenzó con otro aire pues la rigidez de los esquemas se rompió y tanto el esférico como los jugadores circularon por el césped con mucha más rapidez. El Celta gozó de varios saques de esquina en los que dio sensación de mucho peligro y tuvo dos buenas oportunidades en los minutos 52 y 54. La velocidad del juego partió a los equipos en dos, el bloque atacante y el defensivo, porque era imposible recuperar la posición con el desgaste que llevaban los jugadores.
Sin embargo, no fue hasta la salida de Ewerthon cuando cambió el guión del encuentro. La velocidad y la pegada del delantero brasileño fueron decisivas para que el Zaragoza se llevara los puntos. Cinco minutos después de ingresar en el campo enganchó un potente disparo raso desde fuera del área que colocó junto al poste haciendo inútil la estirada del meta del Celta y dos minutos después culminó una jugada personal para marcar el segundo tanto de la tarde y sentenciar la contienda.
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