Estudiantes le roba la victoria al líder
Los hombres de De Pablos le dan la vuelta al marcador en el último momento y se adjudican un derbi eléctrico
Una varita mágica en forma de entrenador de la casa, humilde y trabajador, ha tocado al Estudiantes y le conduce por la Liga ACB con siete victorias consecutivas y un excelente triunfo en la prórroga sobre el Real Madrid. El segundo derbi de la temporada volvió a estar a la altura. Había cosas en juego tan importantes como un liderato, el de los blancos, y un puesto de ''play-off'', en el caso de los locales. El choque, jugado a un ritmo muy alto, confirmó que la clasificación de ambos equipos para disputar títulos continentales les ha venido muy bien.
El Madrid se ha sacudido la tensión que le agarrotaba desde la Copa del Rey y que ya había empezado a remitir hace días. El Estudiantes, el mejor equipo de la ACB después de la Copa junto con el Barcelona, también ha variado el discurso, en gran medida gracias a Mariano de Pablos, otro técnico que reivindica el buen hacer de los entrenadores españoles.
De Pablos esperaba la visita del bloque madridista para comprobar la capacidad competitiva de sus hombres, para saber si están en condiciones de seguir la marcha en una zona de la clasificación donde hay codazos para conseguir un billete de acceso a las series finales. No deben quedarle dudas. Seis victorias consecutivas han sacado del túnel a un equipo que cada día se siente mejor. Sin embargo, el Madrid de Joan Plaza sabe lo que hace, ha superado la depresión que contrajo en Málaga durante la Copa y, lo más importante, la cercanía de la final de la ULEB le ha inoculado una tensión que fue lo que, después de todo, acabó con el Estudiantes.
A los colegiales les quema los ojos ver a Felipe Reyes de blanco. Desde luego, el internacional español es una garantía dentro de la pintura. Atrapa casi todo lo que vuela cerca de las canastas. Recupera tantos balones que los tiradores viven una situación idílica. Puede arriesgar en muchas situaciones y lo hacen.
El estadounidense Will McDonald es otro hombre de clara vocación interior, aunque a él le va más la anotación. El norteamericano dotó de consistencia a los locales en el arranque y, asistido con sensacionales pases de forma habitual, en los dos últimos cuartos. Firmó una tarjeta muy completa y dio mucho trabajo a los pivots rivales. Reyes, por contra, no anotó los primeros puntos hasta el minuto catorce y, sin embargo, sostuvo al Madrid.
Que el Estudiantes ha dado un vuelco para bien ha quedado claro. De otra forma no habría superado el tremendo castigo al que fue sometido en el desenlace del segundo cuarto desde los 6,25 metros. El serbio Goran Nikolic empató el tanteo (33-33) y los blancos sacaron el fúsil. El turco Kemal Tunceri, en dos ocasiones, el estadounidense Louis Bullock y el montenegrino Blagota Sekulic hicieron diana desde el arco. El intermedio cortó el bombardeo con 35-45 después de un parcial de 2-12.
Ahora bien, el derbi merecía algo más de emoción. Y la hubo. Lo logró el conjunto del Ramiro de Maeztu a fuerza de casta, inteligencia y ambición. Dio la vuelta al tanteador con una cesta de Gonzalo Martínez (59-58) dentro de un partido de ida y vuelta, sin reposo y de enorme ritmo. El Estudiantes de Mariano de Pablos juega un buen baloncesto. Lleva grabado a fuego el estilo inconfundible de las canchas de la Serrano 127. El técnico ha desempolvado el gusto por la defensa, por el contragolpe y el descaro. De no ser así, la diferencia no habría sido favorable para los colegiales a falta de cinco minutos (69-68).
Entre el principio del segundo cuarto y ese instante, el Estudiantes había anotado 34 puntos por 24 del Madrid. Por cierto, Bullock estaba casi desaparecido. Le pasó en Rusia contra el Kazan y en el Palau frente al Barcelona y le volvió a ocurrir en el derbi. Los puntos del estadounidense hacen falta en el Madrid y, sin ellos, suele haber complicaciones. La defensa estudiantil le ató en corto y consiguió un decorado mucho más favorable. Con todo, el Madrid aguantaba el arreón (71-70) en una caldera que estalló cuando Felipe Reyes, en una reacción fuera de lugar, trabó a propósito a Pancho Jasen desde el suelo después de que no le pitaran una falta.
Jasen, el otro gran desaparecido de la tarde, falló los tiros libres de la antideportiva, pero acertó en el siguiente ataque (73-70 m.38). Recortó Bullock (73-72) y remontó Charles Smith (73-74) con los blancos atrincherados ante su aro en una zona que abortó dos ataques vitales del ''Estu'' y evitó una ruptura que habría sido realmente peligrosa. Y ahí surgió Jasen para completar su mejor acción de la tarde. Un tiro libre y una cesta de tacada (76-74). El alero, sin embargo, tampoco decidió el choque. Reyes metió dos tiros libres y equilibró el marcador con poco más de diez segundos en el crono para el ataque colegial.
Pudo ganar el Madrid sobre la bocina si el croata Marko Tomas hubiese acertado con un triple desde la esquina. Tocó la esquina del tablero y el derbi de los cincuenta años de liga entró en la prórroga. Y ahí, un cara o cruz. Afinó Raúl López a golpe de triple (84-85) y puntilló el otro base, Gonzalo Martínez, también desde el arco. De Pablos y el Estudiantes siguen invictos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.