Pobre espectáculo en Montjüic
Espanyol y Levante firman tablas (1-1) en un partido caracterizado por el desacierto ofensivo de ambos
Espanyol y Levante se reparten los puntos en Montjuïc (1-1) en un partido aburrido, falto de ritmo y carente de calidad, en el que el conjunto valenciano ha puesto algo más de ganas que su rival, pero idéntico desacierto de cara a puerta. A este Espanyol, que parece destinado a hacer algo grande en Europa este año, le cuesta horrores engancharse al torneo doméstico cuando juega en casa, sobre todo porque su fútbol, diseñado para hacer daño a la contra, no encuentra salida cuando se enfrenta a un equipo bien armado atrás y que no busca la portería contraria con la misma intensidad con la que defiende la propia. El Levante, que pelea por eludir el descenso desde la primera jornada de Liga, no está para darse ninguna alegría, y esta tarde saltó al césped del Olímpico con el propósito de jugar sin regalar nada al rival.
El equipo valenciano ha cumplido con el guión a medias, pues pudo adelantarse en la primera jugada del partido, logró marcar poco después y, sin embargo, no supo conservar el resultado hasta el final. El Levante dio el primer susto al Espanyol a los veinte segundos de partido: un centro de Kapo por la banda izquierda que se paseó entre una nube de defensas blanquiazules antes de llegar a Reggi, quien estrelló el balón contra las piernas de Kameni. El delantero visitante no desperdiciaría, antes del cuarto de hora, su segunda ocasión para batir al meta camerunés: un balón caído del cielo tras un mal despeje de Riera con la testa que conectó con la diestra al fondo de la red (0-1).
El tanto del conjunto valenciano fue un castigo merecido para un Espanyol muy impreciso atrás y con muchos problemas para salir con el balón jugado y un justo premio a la mayor ambición del Levante, muy metido en el encuentro desde el minuto inicial y mejor posicionado en el campo que su rival. Sin embargo, ahí acabó todo el peligro visitante en la primera mitad. El genio de Riera, que ya había puesto en apuros a Molina con un disparo seco desde el pico del área antes del gol del conjunto levantino, afloró, esta vez para bien, a los veinte minutos de juego, cuando bajó al piso un balón colgado por Jarque y regaló el tanto del empate a Luis García, que sólo tuvo que empujar la pelota al fondo de la red (1-1). El gol blanquiazul no sólo sirvió para igualar el resultado sino también un partido que hasta ese momento se estaba decantando, por juego y ocasiones, del lado visitante.
El Espanyol se vino un poco más arriba y el Levante dejó de merodear con peligro la portería de Kameni, pero ni unos ni otros hicieron más méritos para que el marcador se moviera. Sólo un acción de Riera, empeñado en enmendar su error en el tanto visitante, rescató el partido de la atonía poco antes del descanso, al enviar un zurdazo al palo después de colarse en el área tras sortear a varios jugadores granotas. Si el partido tuvo poco ritmo en la primera mitad, menos lo tuvo aún en la segunda, donde Espanyol y Levante rivalizaron en errores, imprecisiones y despropósitos a partes iguales. De la Peña, Tamudo y Luis García, que habitualmente se entienden sin ni siquiera mirarse, parecían hoy condenados a no encontrarse, y el Levante, poco a poco, fue imponiendo su fútbol rocoso en el centro del campo.
Con el conjunto granota cada vez más metido en el campo rival y el blanquiazul más agazapado atrás esperando enganchar alguna contra, se llegó a la recta final del partido. El equipo de Abel Resino dio señales de vida a falta de veinte minutos para el final. Primero, con un inocente disparo de N''Diaye desde fuera del área que llegó mansamente a las manos de Kameni y, en la jugada siguiente, con un remate a las nubes de un activo Tommasi. El Espanyol ni siquiera eso. Valverde puso a Coro para dar profundidad al equipo y a Pandiani para buscar el remate, pero los locales ni siquiera chutaron a puerta en los segundos cuarenta y cinco minutos. Un cabezazo de Coro con el tiempo ya cumplido, fue toda la aportación ofensiva del conjunto catalán en la segunda mitad. Un pobre bagaje para un pobre fútbol, que cosas de este deporte, hoy se vio premiado con un punto que, visto lo visto, debe saber a gloria.
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