Ni el Celta ni el Athletic avanzan
Los dos equipos empatan a uno
Celta de Vigo y Athletic de Bilbao empataron a un gol en el duelo de necesidades que ambos disputaron hoy en Balaídos y que deja las cosas tal y como estaban antes de esta jornada, con gallegos y vascos a ambos lados de la delgada línea roja que separa la permanencia de la Segunda División.
Y eso a pesar de que los celestes jugaron la última media hora en inferioridad numérica tras la expulsión de Pablo García al ver la roja directa por agresión a un rival, lo que condicionó un partido que hasta entonces dominaba el conjunto vigués en el marcador gracias al gol de Ángel en el minuto treinta y cinco de la primera parte.
Sin embargo, el empate de Aduriz en el setenta devolvió la igualada a un partido que comenzaba de nuevo, aunque con un Celta con diez y con mucha más tensión en el césped y en la grada debido a lo mucho que los dos equipos se están jugando. Un encuentro, una final no declarada, que comenzó dominando el conjunto vasco que se hizo en los primeros minutos con la posesión del balón y del juego ante un Celta en exceso contemplativo y demasiado recurrente a la pelota larga para quitarse los problemas de encima.
Apenas la banda izquierda, con Gustavo López y Canobbio muy caído a esa zona, imprimían algo de velocidad al conjunto local presa por entonces de las garras de los leones. A partir del minuto veinte cambiaron un poco las cosas, el Celta se asentó y comenzó a salir con cierta claridad y más desparpajo buscando la meta rival hasta que Ángel encontró las redes. Excesivo castigo para un Athletic que se quedó unos minutos grogui ante el disgusto de verse por detrás en el marcador sin merecerlo.
Tras el parón, y tras unos primeros compases en los que parecía repetirse el mismo guión del inicio del partido, un conjunto vasco dominador y un conjunto gallego encerrado en su área, llegaron las mejores ocasiones del Celta para sentenciar el partido antes de que se le complicasen las cosas, como así fue poco más tarde, y que desperdició.
En el cincuenta y cinco un remate, en principio sin peligro, de Baiano acabó escapándose por centímetros al tocar la pelota en Amorebieta y dejar descolocado a Aranzubía, mientras que dos minutos más tarde el propio Amorebieta desbarató un mano a mano con el uruguayo Canobbio. Entonces llegó la expulsión por roja directa del medio centro celeste Pablo García por escupir un rival dejando a los suyos con uno menos y elevando la tensión en el césped y en la grada cuando por delante todavía quedaba media hora de partido. Fruto de ese nerviosismo reinante se calentó por momentos el partido, mucho más duro y físico a partir de entonces. El Celta se encerró en su área y el Athletic comenzó con su acoso a la meta de Pinto que vio muy pronto sus frutos, en un saque de falta desde treinta metros que Yeste colgó al punto de penalti para que Aduriz de cabeza llevase el empate el marcador.
Con 1-1 en el marcador se inició un nuevo partido con el Celta en inferioridad numérica, pese a lo cual Fernando Vázquez no dio por bueno el resultado apostando por el partido con la entrada del francés Bamogo por Baiano y del brasileño Nené por Núñez. Precisamente el brasileño tuvo en su primer balón la oportunidad de adelantar de nuevo a los gallegos al fallar un mano a mano muy bien defendido por Aranzubía. Perdonó el Celta y sufrió hasta lo indecible hasta el final en numerosos oportunidades, la más clara por parte de los leones un remate de cabeza al palo de Murillo en el último minuto de partido, en cualquier caso invalidado por falta anterior.
