El Zaragoza impone su estilo
Fiel a su buen gusto por el fútbol y a su estilo colectivo, el Zaragoza superó al Espanyol en Montjuïc (1-2), donde desplegó todas las cualidades que le han convertido en una de las sensaciones de la Liga frente a un rival desarmado, falto de su punto de referencia ante la ausencia de Iván de la Peña.
Repitió el equipo aragonés el dibujo y prácticamente la alineación con la que había ganado al Barça en el Camp Nou y volvió a obtener una victoria muy similar gracias a dos goles de Sergio García al contragolpe, después de madurar el partido y reaccionar al empate del Espanyol en menos de un minuto. Huérfano de su referencia creativa, Iván de la Peña, al Espanyol le costó entrar en el partido. No encontró cómo hacerlo porque los dos brasileños que compartieron el pivote, Eduardo Costa y Jonatas, no mezclaron bien. Obligado por las circunstancias, el conjunto de Valverde recurrió al balón en largo para que Tamudo se pelease con los dos centrales zaragocistas.
Pero no tardó el Zaragoza en demostrar en Montjuïc su carta de naturaleza: fiel a su estilo, el equipo de Víctor Fernández manejó el balón con sutileza, desde la jerarquía de Gabi Milito en defensa hasta la explosividad de su hermano Diego en la punta. Entre medias, una nómina muy interesante, con Movilla multiplicándose en la recuperación y D''Alessandro y Oscar entre líneas y a banda cambiada, un peligro constante para el Espanyol. Le gusta tanto al Zaragoza elaborar sus jugadas que sólo ofreció sendos disparos de Movilla en el primer cuarto de hora. El Espanyol, más incómodo, se encomendó al incansable Tamudo, siempre dispuesto a batirse en duelo contra los centrales que le toquen en gracia. Fue el capitán el protagonista de la primera acción de peligro de su equipo, un disparo a media altura que rechazó César. Paciente y bien construido, el Zaragoza no se intimidó. Supo madurar el partido poco a poco, consciente de su superioridad técnica, aunque tuvo ocasiones para ponerse por delante antes del descanso en un remate franco de Sergio García y en un potente disparo de D''Alessandro bien repelido por Kameni.
Lo hizo en la reanudación y a través de una de sus mejores armas, el contraataque, aprovechando un error infantil de Eduardo Costa. El brasileño perdió un balón en la frontal del área zaragocista y el equipo maño sólo necesitó un par de toques para batir a Kameni. Óscar sirvió una gran asistencia a Sergio García, que rompió el fuera de juego, controló perfectamente el balón y superó a Kameni con el temple de un goleador nato. Ernesto Valverde se jugó la carta de Pandiani, su revulsivo habitual, y su equipo se estiró. Con más fe que recursos, el Espanyol ocupó el campo del Zaragoza y buscó el empate con empeño. Lo encontró a cinco minutos del final del partido, en un balón muerto en el área de César que Luis García supo rematar ante la impotencia del portero. El gol premió el empuje del Espanyol, pero el equipo catalán se olvidó por completo de que el partido todavía no había terminado. Después de un esfuerzo titánico por arañar al menos un punto, lo desperdició con desidia y se venció en un suspiro.
Ni siquiera tuvo tiempo de lamentarse el Zaragoza, capaz de sacar de centro tras el gol del Espanyol y convertir el 1-2 en uno de sus contragolpes tan efectivos como bien armados. Volvió Óscar a abrir a la banda izquierda, donde apareció Ewerthon para servir en bandeja el gol a Sergio García. El ''9'' zaragocista sólo tuvo que empujar el balón a la red ante la desesperación de la grada de Montjuïc. El delantero catalán sentenció al Espanyol, cerró el partido y otorgó a su equipo un triunfo labrado con paciencia y resuelto en cuestión de un minuto, el que tardó el Zaragoza en reaccionar al empate del conjunto de Valverde en la recta final del encuentro.
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