Deportivo y Espanyol se estrellan contra los postes

Deportivo de La Coruña y Espanyol firmaron tablas (0-0) en un encuentro con polémica en el que el colegiado Megía Dávila y los postes, que repelieron un remate de Javier Arizmendi y otro de Raúl Tamudo, pusieron emoción al duelo ante la ausencia de goles. Joaquín Caparrós y Ernesto Valverde apostaron en Riazor por las mismas alineaciones con las que se impusieron al Real Madrid y Barcelona, respectivamente, aunque con el cambio obligado del argentino Mariano Zabaleta, por lesión, en el conjunto barcelonés.

Con la lucha por coger oxígeno en la clasificación, ambos conjuntos imprimieron dinamismo al inicio del encuentro, en el que los catalanes llevaron el dominio del esférico y los coruñeses se encargaron de asfixiarles, con una intensa presión en el centro del campo. La defensa de Caparrós, con el trabajo incombustible del canadiense Julien de Guzmán y el argentino Aldo Duscher en la parcela ancha, impidió que De la Peña, Tamudo y Luis García encontraran los huecos que sí aprovecharon en el partido ante el Barcelona.

Enfrente, el Deportivo, sin tener el dominio del juego, disfrutó de las mejores oportunidades con el fútbol incisivo del uruguayo Fabián Estoyanoff y de Cristian en las bandas y de Riki en el enganche, por detrás de Arizmendi, gafado una tarde más con el gol. Rozó el tanto el madrileño después de un remate de Capdevila desde el vértice del área que despejó el camerunés Carlos Kameni y que la zaga catalana logró desviar a córner, ante la presencia del delantero madrileño, y lo tuvo otra vez el internacional español a los 24 minutos, pero pasó lo increíble. Riki sorprendió en la línea de fondo a la zaga del Espanyol y puso en bandeja el gol a Arizmendi, pero éste remató al larguero y el balón se quedó sobre la línea de la portería de Kameni, con la duda habitual de los "goles fantasma".

Sin gol

Reaccionó tímidamente la escuadra catalana, con menos fútbol de combinación y más práctico, pero los de Valverde siguieron sin llegar con claridad al área defendida por el israelí Dudú Aouate, que apenas tuvo que intervenir en la primera parte. En la reanudación, el partido se enfrió hasta que Megía Dávila, a los 69 minutos, anuló, por fuera de juego dudoso, un tanto de Arizmendi, que se había desmarcado de los zagueros del Espanyol para resolver, esta vez con acierto, ante Kameni. Con los ánimos revueltos en Riazor por la actuación del colegiado, el Espanyol atemorizó a la grada con una de las pocas combinaciones entre De la Peña y Tamudo, que se encontró con el poste de la meta de Aouate, cuando el portero israelí ya estaba batido.

Poco después, el artillero del conjunto catalán dejó su puesto en el campo al ex deportivista Walter Pandiani, en tanto que Caparrós también refrescó a sus jugadores con la entrada de Adrián López y Joan Verdú. Pero poco cambió el panorama hasta la conclusión del choque, que acabó como empezó, con reparto de puntos, un resultado que mantiene al Deportivo de La Coruña invicto en 2007 y deja a los barceloneses en la zona media de la tabla.