Saviola encarrila el pase

La cita frente al Alavés se presentaba como un mero trámite antes de afrontar el derbi metropolitano ante el Espanyol. Rijkaard, con un ojo puesto en los difíciles compromisos que se le avecinan al conjunto azulgrana, no quiso descuidar un choque en el que dos goles del argentino Saviola dejan la eliminatoria a merced del equipo catalán. El entrenador holandés volvió a dejar en Barcelona a sus dos grandes referentes, Deco y Ronaldinho, para ceder la batuta a la visión periférica planteada por Xavi e Iniesta.

Enfrente, un Alavés desquiciado y atenazado por la paupérrima dirección del polémico Piterman, que mantiene su hostigamiento sobre la resignada parroquia vitoriana. Como se presuponía, el partido supuso un monólogo azulgrana en el que tan sólo dos acciones de Saviola sobresalieron sobre el constante juego de toque de los de Rijkaard. En esta ocasión, el técnico apostó por la inclusión en el once inicial del Pibito, que una vez más demostró su instinto goleador. De las botas del argentino nacieron las jugadas más peligrosas, contando siempre con la colaboración de un Iniesta crecido. El de Fuentealbilla, junto a su homólogo creador Xavi, dirigió con maestría el arsenal ofensivo de los azulgranas, que desplegaron su habitual juego de sello vertical.

El Alavés, entregado, tan sólo pudo responder mediante tímidos contragolpes encabezados por un activo De Lucas, el único pretexto atacante de los vitorianos. Él, y un par de cameos de Aloisi, no impidieron el paseo militar de un Barcelona de ensayo y con la mente puesta en el envite del sábado. Sin embargo, le costó mucho al Barça abrir el cerrojo planteado por los blanquiazules. Ezquerro, Giuly y Saviola mostraron escaso acierto en el remate en la primera mitad, y los tiros lejanos del bregador Edmilson -perro de presa en detrimento de Motta- no encontraron portería.

Saviola, por partida doble

En la segunda mitad, el conjunto azulgrana abandonó la fase de tanteo para entrar en un proceso de acción directa. Saviola, muy inspirado, abrió el marcador en el minuto 57' después de una buena combinación con Giuly. El delantero argentino, que reaparecía tras casi dos meses de lesión, efectuó un gran control con su pierna izquierda para batir con un preciso disparo con la diestra a Ardouin.

Desde ese momento, el Alavés bajó los brazos y se limitó a ser un mero sparring deseoso de recibir el menor castigo posible. La atención se trasladó a las gradas, donde los escasos aficionados alavesistas que asistieron al partido de Mendizorroza mostraron su indignación con la incursión dictatorial de Piterman en su club.

Al margen del ajetro en las gradas, Saviola se erigió en el protagonista definitivo del encuentro al conseguir un nuevo gol a falta de cinco minutos para el final. El Pibito aprovechó un despiste de la zaga vitoriana para dejar muy encarrilada la eliminatoria y reabrir el debate sobre quién debe ser el sustituto natural de Eto'o. Él ya ha mostrado sus cartas.