Goleada engañosa de Osasuna ante un buen Mallorca

Osasuna encadenó su tercera victoria consecutiva en Liga, con la que se consolida en la zona templada de la tabla, con un goleada engañosa ante el Mallorca, que mereció más pero pagó su falta de pegada ante un conjunto que ató el partido en dos coletazos en la segunda parte y un tercer gol de dudoso penalti.

El Mallorca, que nunca ha ganado en Primera en Pamplona, fue superior en la primera parte y hasta que llegaron los tantos de Osasuna, que puso más goles que fútbol, a cargo de Savo Milosevic, Javier Flaño y Patxi Puñal, este último de penalti. El primer periodo fue abierto, con un Mallorca muy superior a Osasuna, al adueñarse de la posesión del balón y tocar con más criterio que los locales, quienes se mostraron imprecisos y abocados al juego directo. Además, las mejores ocasiones de la primera parte fueron para el conjunto mallorquín, sobre todo en dos disparos de Arango, el primero en un libre directo, ligeramente desviado, y el segundo tras un error defensivo de Miguel Flaño que corrigió Ricardo.

A los 'rojillos' les costó ver con claridad la portería rival y su mayor peligro llegó al filo del descanso en un centro-chut de Corrales que, tras despejar defectuosamente Prats, pegó en el larguero. La segunda mitad comenzó con el mismo guión de la primera. El Mallorca se sintió muy cómodo, no pasó apuros, aunque tampoco hizo daño arriba y acabó pagando su falta de pegada en dos coletazos de los navarros y un penalti altamente dudoso. Milosevic abrió el marcador tras un centro desde la izquierda de Corrales que, tras tocar Soldado, le quedó franco al serbio para batir a Prats a placer de tiro raso (1-0, m.59).

El gol fue un mazazo para el Mallorca, que se había visto incapaz de traducir su mejor fútbol en ventaja en el marcador, y además quedó finiquitado poco después en un gol del lateral derecho Javier Flaño quien, tras dejada de Valdo, fusiló de tiro raso cruzado (2-0, m.67). Osasuna redondeó la victoria con un tercer gol de penalti. El árbitro, a instancias del asistente, pitó pena máxima por entrada de Ballesteros a Romeo y Puñal no desperdició el regalo para cerrar el marcador (3-0, m.80).