El Betis se hunde
Dos minutos trepidantes salvan al Villarreal
Dos minutos trepidantes al principio del segundo tiempo permitieron al Villarreal dar la vuelta al marcador ante un Betis que vio como todo el trabajo realizado hasta entonces se venía abajo. Con ello, el Villarreal consiguió la victoria en un encuentro en el que el equipo andaluz ofreció una imagen que no se correspondió con la de un equipo situado en la zona de descenso y que estrelló cuatro balones en el poste a lo largo del encuentro.
Todo sucedió poco antes del minuto quince de la segunda parte, cuando con 1-2 en el marcador, el francés Pascal Gygan igualaba el partido e instantes después, Cani, que había entrado inmediatamente después del gol, adelantaba al Villarreal cuando llevaba pocos segundos sobre el terreno de juego. Fueron unos instantes de locura que salvaron a un flojo Villarreal hasta ese momento y que castigaron inmerecidamente al conjunto sevillano.
El partido se puso muy pronto de cara para el Betis. A los cuatro minutos de juego, una falta muy bien ejecutada por Miguel Angel fue rematada de cabeza por el brasileño Edu, si bien el certero remate del bético contó con la 'colaboración' de la defensa y el portero del Villarreal para inaugurar el marcador.
Ambos equipos afrontaban el partido con urgencias, puesto que el Villarreal necesitaba una victoria que ratificase que la victoria ante la Real en Anoeta era el inicio de la recuperación definitiva, mientras que el Betis precisaba de los tres puntos en juego para salir de la zona de descenso. Miguel Ángel se quiso beneficiar del desconcierto inicial en las filas locales y trató de aumentar la ventaja en el marcador con un potente lanzamiento desde poco más de treinta metros que se estrelló en el larguero a los diez minutos de juego.
Conexión Riquelme-Forlán
Aunque Román Riquelme andaba perdido ante la buena marca del centro del campo bético, un pase suyo iba a posibilitar la igualada. La conexión Riquelme-Forlán volvió a funcionar y una asistencia del argentino al uruguayo acabó en el gol del empate a uno. Pero el gol no mejoró al Villarreal, que aunque tuvo alguna aproximación peligrosa al área de Contreras, vivió momentos de angustia en su portería ante un Betis que, sin hacer nada del otro mundo, era mejor que el equipo del chileno Manuel Pellegrini.
El mal juego y las imprecisiones acabaron con la paciencia de la afición de El Madrigal, que en los últimos minutos del primer tiempo silbó a su equipo y, sobre todo, a su guardameta, el uruguayo Sebastián Viera, al que despidió con una fuerte pitada que trató de ser contrarrestada con aplausos por un sector del público.
El segundo periodo comenzó igual que el primero. Cuando tan sólo
se llevaban dos minutos del segundo tiempo, el delantero bético
Robert falló lo increíble cuando encaró sólo ante el portero, pero
pocos segundos después un balón servido de cabeza por Capi dentro
del área era empujado por Rivera al fondo de la portería para
establecer el 1-2.
A continuación llegó la remontada del Villarreal y el partido se
serenó. La moral del Betis quedó afectada, después de que su ventaja
se esfumase en un suspiro, aunque el equipo de Javier Irureta trató
de rehacerse y recuperar el terreno perdido.
Edu, con un gol anulado y un balón estrellado en el poste, se
erigió en el conductor de la reacción del Betis, que volvió a meter
en problemas a un Villarreal que volvió a despertar el malestar de
su grada.
Aunque el Betis estuvo cerca de lograr un resultado positivo en
un escenario que le era propicio tradicionalmente, finalmente el
partido se le escapó en dos minutos impredecibles que premiaron,
quizá en exceso, a un Villarreal con muchas dudas pese a su triunfo.
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