Guti y Robinho reivindican el ex fútbol

Capello se atrevió a alinear a Robinho y juntarlo con Guti y entre los dos desarmaron al Steaua y dieron un respiro al Madrid, que podrá afrontar con más calma el encuentro del próximo domingo contra el Barcelona.

La derrota en Getafe y la deplorable imagen que allí ofreció el Real Madrid parece que ha servido para reactivar a este equipo, que no podía dejarse caer cuesta abajo, aunque sólo fuera por orgullo profesional. También Fabio Capello puede que haya reaccionado, azuzado seguramente más por los malos resultados que por las críticas, que no creemos que le afecten, o el mal juego de su equipo. Cuánto durará la imagen de este nuevo Madrid es una incógnita que puede resolver el Barcelona el próximo domingo. Los azulgrana volverán a medir de verdad las posibilidades de éxito de este proyecto.

La Liga de Campeones es la competición en la que mejor se desenvuelve el Madrid, en la que se siente más seguro de sus posibilidades y donde aún se le respeta por su historia, algo que hace tiempo dejó de suceder en la Liga española. Acostumbra a dar lo mejor de sí mismo en este torneo y para ello esta vez contó con la inestimable colaboración del Steaua, un conjunto de un alto nivel técnico, que no da una mala patada ni maltrata el balón, y sobre todo de Capello.

El técnico italiano vio la peor versión de su obra en Getafe y para su orgullo era impensable e inconcebible que se repitiera en Bucarest. Dio un paso al frente y se decidió a pintar un dibujo más equilibrado, sin renunciar a Emerson y Diarra en el doble pivote, pero con Guti como organizador de verdad, sin esconderlo en una banda, y, además, por fin dio la alternativa a Robinho. El brasileño actuó en la banda derecha y se asoció con Guti para dibujar algunas de las mejores acciones del Madrid esta temporada.

Entre los dos reivindicaron eso que Capello llama ex fútbol, que tanto divierte y hace disfrutar a los aficionados y tanto parece indignar al italiano. Supieron mezclar el toque con la efectividad y así desarmaron al Steaua. Robinho se movió, abrió el campo y buscó los espacios donde Guti siempre le sirvió el balón perfecto. Es incomprensible por qué ha habido que esperar hasta ahora para verlos juntos en el once inicial. Como también es raro ver ahora como titular a Iván Helguera, despreciado por Capello, y al que las lesiones y sanciones abrieron las puertas del equipo, al que aportó capacidad de anticipación y sentido común, algo que ya había apuntado en Getafe y que de momento no es capaz de ofrecer Cannavaro.

Aparecen los laterales

Sergio Ramos volvió al lateral derecho y desde ahí también incordió y supo incorporarse al ataque, algo que también hizo Roberto Carlos, que en defensa volvió ofrece dudas. Nada nuevo. Incluso Emerson ofreció un mejor nivel en lo suyo, o para lo que le quiere Capello, es decir en el quite y el trabajo sucio, y compensó el flojo encuentro de Diarra. Fue precisamente Ramos quien abrió el camino de la victoria con un cabezazo perfecto a la salida de un córner muy bien sacado con Guti.

Con el viento a favor el Madrid sabe remar como pocos y desde ese instante y hasta el final de la primera parte completó los mejores momentos, casi los únicos, que han podido disfrutar los madridistas esta campaña. Con Guti en plan estelar y Robinho atreviéndose como se atreve cuando actúa con Brasil, el Madrid no tuvo problemas para dominar y de ese dominio, del toque y de las combinaciones en el centro del campo nació el segundo gol. Emerson encontró a Van Nistelrooy en el borde del área, el disparo del holandés fue despejado de mala manera por el portero Carlos y el rechace fue aprovechado por Raúl para marcar. Fue lo mejor que hizo en toda la noche el capitán.

El segundo tiempo debía ser un trámite y así parecía que iba a ser cuando Guti volvió a encontrar a Robinho y éste logró un golazo por la escuadra. Pero como este conjunto, lo entrene quien lo entrene y juegue quien juegue, siempre sufre apagones, el Madrid se vio metido en problemas sin necesidad. Olvidó la paciencia con la que había movido el balón, perdió el sitio en defensa y permitió que el Steaua se animara. Volvieron por un instante las dudas cuando Badea aprovechó un fallo general de la zaga blanca para batir a Casillas. Otro gol que encaja el Madrid a balón parado.

Todo volvió a la normalidad cuando Van Nistelrooy recibió un envío de Diarra en el área y logró el mejor gol de la noche, con una sutil vaselina. Después se retiró ovacionado por los aficionados rumanos para que entrara Ronaldo, que pasó tan inadvertido como en Getafe, aunque al menos esta vez prefirió no hablar con el árbitro. Antes Beckham había sustituido a Guti, pero eso esta vez no pasó de anécdota, porque a eso parece que ha quedado reducido el inglés en los planes de Capello.

Han pasado esos 50 días que pidió Capello y quizá después de este partido ya sepa cuál es el camino que a seguir. O quizá no.