El Levante torpedea la insegura defensa deportivista
Dos goles de Kapo dieron tres puntos al conjunto levantino
El Levante se adjudicó hoy su segunda victoria liguera al imponerse al Deportivo de La Coruña por 2-0, gracias a un excelente ataque que arrolló durante todo el encuentro a la defensa gallega, muy insegura y desordenada hoy. A pesar de jugar con diez casi toda la segunda mitad, los hombres de López Caro se mostraron siempre superiores a los de Caparrós, que apenas vieron la portería del meta valenciano José Francisco Molina, que hoy debutaba con su nuevo equipo.
Los primeros 45 minutos fueron propiedad exclusiva del Levante, que salió al terreno de juego con las ideas muy claras. El conjunto de Juan Ramón López caro ofreció su mejor imagen, nada que ver con el equipo desordenado y débil en defensa que recibió ocho goles en los dos primeros encuentros de Liga.
Al contrario, el conjunto local se mantuvo muy firme y contundente en defensa, sin apenas dejar espacios a un Deportivo de La Coruña cuyos delanteros sólo recibieron de espaldas al balón, sin posibilidades de continuar las jugadas.
Así, el Levante se encontró desde el principio muy cómodo y seguro sobre el césped, y llevó el peso ofensivo del partido sin reservas, saliendo a la contra con todos sus efectivos y con el propósito de abrir distancia en el marcador lo más rápido posible.
Curiosamente, no tuvo suerte el Levante en uno de los numerosos contraataques protagonizados por Riga o Ettien, y fue en una acción a balón parado cuando el costamarfileño Olivier Kapo adelantó a su equipo con un disparo raso que se coló en la red tras impactar en el poste.
El equipo de Joaquín Caparrós no fue capaz de llegar con peligro al área rival pese al esfuerzo que realizaron su mejores hombres en ataque, Sergio, Arizmendi, Riki y Juan Rodríguez, que probaron a intercambiar sus posiciones pero sin llegar a sorprender a la defensa local.
De hecho, el descanso llegó como una tregua para el Dépor, que veía su portería seriamente acechada por el delantero ghanés del Levante, Mustaphá Riga.
El segundo periodo empezó torcido para el equipo local, que se quedó con diez a los seis minutos de la reanudación, y se vio obligado a realizara algunos cambios y retrasar considerablemente sus posiciones.
De este modo, el Deportivo se hizo dueño del balón e inició el asedio a la portería de José Francisco Molina, pero incluso con un hombre más, los jugadores de Caparrós se vieron incapaces de combinar con soltura.
El Levante se encerró en su área y se limitó a esperar agazapado para hacer valer su mejor arma: el contraataque. Y así precisamente llegó el segundo, obra de nuevo de Kapo en una jugada iniciada con gran potencia por Diego Camacho y continuada, con un gran pase, por Félix Ettien.
Las mejores ocasiones de las que pudo disponer el Deportivo fueron dos lanzamientos desde la frontal, obra de Riki y Estoyanoff que se marcharon muy desviados.
Con el paso de los minutos, la impotencia se apoderó de los jugadores visitantes -Estoyanoff fue expulsado tras derribar a Courtois-, que vieron cómo el Levante llegaba a su portería con demasiada facilidad, pudo marcar más goles y se permitía incluso adornarse en sus jugadas.
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