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Crónica:Betis 0 - Real Madrid 1 | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Sólo los tres puntos

El Madrid, que exhibió mejoras, venció con menos dificultades de las esperadas al Betis en un partido aburrido y descabalado que no sirvió para medir verdaderamente al equipo de Fabio Capello

El Betis, un equipo todavía en formación que anduvo desubicado y espeso, dio demasiadas facilidades al Real Madrid, que se coloca como líder provisional de Primera gracias al gol de Diarra, el primero del francés en Liga con los de Chamartín

Prometía el once de Fabio Capello; Guti, Cassano, Reyes y Van Nistelrooy en la vanguardia y dos defensas con mentalidad ofensiva como Roberto Carlos y Cicinho. Ramos, Diarra, Emerson y Cannavaro, a la pelea, a la recuperación. Un equipo muy atractivo y equilibrado. Beckham y Raúl en el banquillo.

La alineación cumplió muy pronto con las expectativas y el grupo de Capello desarrolló un juego mucho más dinámico y menos encorsetado de lo habitual. El balón, en pies de Guti, encontraba salida de forma natural hacia las alas, Reyes y Cassano, que no tardaron en dejar a la vista su talento. Todo parecía fluir entre líneas y la chispa y el atrevimiento de los atacantes estaban muy bien compensados con el trabajo de Emerson y Diarra. El único que lo pasaba mal era un Cannavaro muy despistado que todavía no ha recuperado el punto que exhibió en el pasado Mundial.

Cinco minutos le bastaron al Madrid para poner el partido a su favor; jugada de Cassano, serie de saques de esquina, y cabezazo de Diarra, que se estrenó como goleador madridista gracias a la indecisión de Doblas. Coser y cantar ante un Betis en formación que a nivel táctico se le atragantó el partido desde el inicio.

Apenas crearon peligro los de Irureta, muy despistados. De hecho no tiro entre los palos de Casillas hasta bien pasada la media hora, y a balón parado, con un remate de un clásico de este tipo de jugadas, Juanito. Sólo Rivera, que buscó el balón por cualquier rincón del campo, intentó ofrecer alternativas al juego ramplón y previsible de su equipo.

El camino hacia el descanso era plácido para los de Capello. Guti, suelto y concentrado, maniobraba cómodamente por donde más le gusta jugar, las líneas se movían de forma coordinada y el Betis apenas oponía resistencia. Sólo la lesión en la rodilla de Cicinho, fortuita, interrumpió la calma; ligamento cruzado anterior y puede que se pierda la temporada.

Superioridad y aburrimiento

Quiso comenzar dominando el Real Madrid, quiso seguir dándole el balón a Guti, bien protegido por los dos medios defensivos y especialmente inspirado para jugar el balón con limpieza y criterio. Pocos jugadores ven el fútbol como Gutiérrez. Así, con el Madrid ejerciendo su clara superioridad, Van Nistelrooy pudo dejar el encuentro resuelto al inicio de la segunda parte, pero Doblas, esta vez, sacó el balón por muy poco.

No le duró mucho el gas al Madrid, que levantó el pie y se contagió del juego descompasado del Betis. El partido, muy pronto, excesivamente pronto, entró en una fase aburrida y espesa, fea, con los futbolistas indecisos, como a la espera de que algo pasara para tomar partido por algo. Entró Raúl por Cassano, a ver si se animaban las cosas. También entró Beckham, por Reyes, tocado.

Ni por esas. Cierto es que el Madrid era dueño del partido y que si había un equipo con posibilidades de marcar no era otro que el de Capello, pero el fútbol no aparecía, no acontecía nada notable sobre la pradera, no había ocasiones ni jugadas de interés. Por un momento, la salida del rapidísimo Odonkor, nuevo fichaje bético, pareció desperezar al personal.

Sin embargo, el aburrimiento llegó hasta el final (salvo oportunidad postrera de Van Nistelrooy) de un encuentro muy fácil para el Real Madrid que no sirvió para medir el verdadero momento, juego o potencial del cuadro de Fabio Capello.

Diarra (d), del Real Madrid, celebra junto a Cassano (i) el primer gol de su equipo ante el Real Betis
Diarra (d), del Real Madrid, celebra junto a Cassano (i) el primer gol de su equipo ante el Real BetisEFE

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