Primera victoria de un Espanyol que sigue sin convencer

Pese a que los vigueses no desarrollaron un juego ni mucho menos brillante, pudieron haberse ido al descanso con ventaja en el marcador por poco que hubieran estado acertados en la definición. El Espanyol sumó su primera victoria en Liga a costa del Celta (2-1) que, sin embargo, hizo más méritos para ganar que el conjunto catalán, que sigue sin convencer con su juego pese a haber estrenado hoy su casillero de puntos.

El Celta tomó el control del partido desde el inicio. Bien plantado sobre el terreno de juego y con la defensa adelantada, al conjunto de Fernando Vázquez le bastó con ahogar al Espanyol en la zona de construcción para no pasar apuros atrás.

Al equipo blanquiazul le costaba un mundo combinar en la línea de tres cuartos del campo rival, hasta el punto de que fue incapaz de chutar entre los tres palos de la portería de Pinto durante toda la primera mitad.

Un forzado remate de Tamudo con la zurda que se estrelló en el lateral de la red fue todo el bagaje ofensivo de un Espanyol espeso, impreciso y precipitado que cuanto más se esforzaba en intentarlo peor le salían las cosas. El Celta, en cambio, jugó los primeros cuarenta y cinco minutos a un ritmo mucho menos acelerado pero bastante más efectivo que su hasta entonces atolondrado rival.

Unos activos Oubiña e Iriney les ganaban el pulso a un ansioso Moisés y al poco participativo Jonatas en el centro del campo y Nené campaba a sus anchas por la banda izquierda, donde Sergio Sánchez tenía muchos problemas para contener a su par.

Primero fue Iriney quien, a los once minutos de juego, lo intentó con un tiro cruzado, pero se encontró con Kameni, quien poco después volvería a desbaratar un uno contra uno frente a Baiano. El brasileño se revolvió, a la media hora, entre una nube de defensas blanquiazules, para marrar el disparo cuando ya se había perfilado para fusilar a Kameni con la diestra, y poco después lo probó desde lejos con idéntico resultado.

Pese a los intentos del Celta, el gol no llegó y, con el 0 0, finalizó la primera mitad. Tras el descanso, el Espanyol salió dispuesto a darle más ritmo al partido y poner cerco a la portería de Pinto. Y fue entonces cuando el partido se despojó de cualquier guión.

Nadas más iniciarse el segundo tiempo, Moisés avisó con un tiro lejano que Pinto no logró atajar pero que Luis García tampoco acertó a remachar cuando se encontró con el rechace del meta.

En la siguiente jugada, un córner botado por el propio Luis García acabó con un excelente cabezazo de Moisés al fondo de la red (1-0) y, tres minutos después, una falta lanzada magistralmente por Canobbio devolvió la igualdad en el electrónico (1-1). El propio Canobbio pudo haber adelantado a su equipo en la jugada siguiente, pero la manopla de Kameni impidió que el balón entrara en la portería blanquiazul.

Todo lo contrario que Pinto, que nada pudo hacer cuando, un minuto después, Jonatas, en boca de gol, sólo tuvo que empujar una asistencia de Tamudo tras ganar la línea de fondo (2-1).

Quedaba media hora de juego y el Espanyol había logrado lo más difícil: mandar en el marcador, quitarse la presión que encorsetaba su juego y llevar al partido a una fase imprevisible donde el Celta, que hasta entonces había tenido el partido bajo control, ya no se sentía tan cómodo.

Con la entrada de Pandiani por Tamudo, el equipo de Ernesto Valverde siguió en busca del gol, pero fue el Celta, que volvió a revitalizarse en los últimos diez minutos del encuentro, el que estuvo más cerca de encontrarlo.

Oubiña, solo dentro del área, cabeceó alto un centro de Gustavo López desde la derecha, otro cabezazo de Baiano se estrelló en el cuerpo de Kameni, y Jarque frenó, casi en la línea de gol, una internada de Perera con el meta blanquiazul ya batido.