El portugués Sergio Paulinho gana la décima etapa y Valverde conserva el liderato
Tercer triunfo consecutivo del Astana, el ex equipo de Sáiz, tras las dos etapas ganadas por Vinokourov
El portugués Sergio Paulinho, del Astana, se ha proclamado vencedor de la décima etapa de la Vuelta a España, disputada entre las localidades de Avilés y Santillana del Mar, de 199,3 kilómetros. El subcampeón olímpico en Atenas, que ha invertido un total de 4h.33.42, ha entrado por delante del italiano Davide Rebellin (Gerolsteiner) y el español Xavier Florencio (Bouygues Telecom).
El corredor portugués Sergio Paulinho, del Astaná, se adjudicó hoy la décima etapa de la Vuelta ciclista a España, disputada entre Avilés y Museo de Altamira (Santillana del Mar) sobre 199,3 kilómetros, por delante del italiano Davide Rebellin (Gerolsteiner) y el español Xavier Florencio (Bouygues Telecom).
Sergio Paulinho prolongó la racha de éxito del ex equipo de Manolo Sáiz -que acumula tres victorias consecutivas después de las dos de Vinokourov antes de la jornada de descanso- en territorio del director cántabro, junto a las prehistóricas cuevas de Altamira, con un bufido propio de los bisontes dibujados en las cavernas cántabras y que no halló respuesta entre sus compañeros de escapada.
El subcampeón olímpico en Atenas arrancó con furia en el kilómetro final y puso un diente menos en su desarrollo que el francés Sebastien Joly (Française des Jeux), el danés Michael Rasmussen (Rabobank) o el incisivo Iban Mayo (Euskaltel), integrantes todos de una selecta fuga de 15 hombres que alcanzó la meta antes que el grupo masivo.
A su ataque ya no pudo responder Mayo, ahogado por sus continuos arranques, Rebellin ni Vladimir Karpets, el gigante ruso que se enfundó el jersey oro de forma virtual cuando la escapada, la primera en esta edición con un desenlace feliz, llegó a contar con más de 9 minutos de renta.
La escapada da sus frutos
Los "aventureros" se turnaron en el relevo acumulando un enorme adelanto sobre el pelotón, donde tan sólo el CSC impuso un ritmo elevado para que la sangría no fuera aún mayor, hasta el Alto del Mirador de Cildad.
La "tachuela" de tercera categoría, a 12 kilómetros de la meta, animó a los fugados, que convirtieron su andadura en un carrusel de saltos por lograr el primer triunfo de etapa tras el descanso brindado a sus piernas a las faldas de Oviedo y la eterna Regenta, inmortal obra y busto de bronce de espaldas a la catedral de la capital del Principado.
El Saunier, el único equipo con dos corredores, Fran Ventoso y David Millar, quiso controlar los intentos, pero se deshizo ante la ambición de Mayo, Karpets, Rebellin y, sobre todo, Paulinho, quien pudo brindar su abrazo al aire a Sáiz, víctima de la ''Operación Puerto''.
El murciano Alejandro Valverde, del Illes Balears, arrancó una hoja más en el calendario en su búsqueda por conservar el jersey oro hasta Madrid.
Mañana, disputará la undécima etapa, entre el Velódromo Oscar Freire, quien actualmente disputa la Vuelta a Polonia para preparar el Mundial de Salzburgo, y Burgos, 173,6 kilómetros con dos puertos de primera, el de Braguía y El Escudo, este último con rampas del 12 y 13 por ciento, pero a 100 kilómetros de la meta.
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