Basso gana la octava etapa del Giro y se sitúa como líder de la general

El ciclista italiano Iván Basso (CSC) se ha impuesto en la octava etapa del Giro de Italia, disputada entre Civitanova y el puerto de la Maielleta sobre 171 kilómetros, y ha logrado vestirse con la maglia rosa.

Basso, que antes de iniciar la jornada era tercero en la general a 11 segundos del ucraniano Serguei Honchar, no tuvo rival en la subida final y llegó a meta con un tiempo de 4:04:18. El italiano aventajó en 30 segundos a su compatriota Damiano Cunego (Lampre) y al español José Enrique Gutiérrez (Phonak).

La primera llegada en alto de esta 89 edición del Giro, dejó claras muchas cosas, entre ellas, la superioridad que mostró el ganador de la etapa, Ivan Basso, sobre Salvodelli al que aleja ahora a 2:34 del liderato de carrera. La etapa comenzó con sobresaltos puesto que, un grupo de 13 corredores se fugaron en una escapada que finalmente se vio frustrada. Según avanzó la etapa, el ritmo de carrera era mayor, de hecho, los ciclistas rodaron a 47 km/h, una velocidad mucho más elevada de los previsto.

A falta de 20 kilómetros, el pelotón empezó a alcanzar a los escapados, entre ellos, Baguet (Quick Step), Niermann (Rabobank), y Moletta (Gerolsteiner) que dieron por finalizada su aventura en esta octava etapa. La subida a la Maielletta empezó a clarificar cómo quedaría el final de carrera. El pelotón, que había alcanzado a los escapados, permitió que 13 corredores siguieran en cabeza entre los que se encontraba el español Enrique Gutiérrez (Phonak).

A falta de siete kilómetros, Honchar, el líder de la general, perdió 42 segundos respecto a los escapados merced a un aviso que dio Damiano Cunego (Lampre) en una valiente ascensión del tramo más empinado del Passo Lanciano. En otro cambio de ritmo espectacular, a cuatro kilómetros de la meta, Ivan Basso rompió las ilusiones de su compatriota y consiguió alzarse con la victoria. Cunego fue segundo y Enrique Gutiérrez tercero a 30 segundos de Basso.

Ayer parecía que Savoldelli iba a dar el primer golpe en la llegada en altitud, pero ha sido el gran damnificado de la etapa. Dio la impresión de que Simoni afilaba el cuchillo justo antes de la ascensión al Lanciano y quebró a 5 kilómetros de la cima, justo cuando terminaban las fuerzas de un Rujano que se atrevió a atacar.

Mañana será día de descanso para afrontar la novena etapa que se disputará entre las localidades de Francavilla Al Mare y Termoli sobre un recorrido de 187 km.