Alonso confía en ganar en Imola aunque admite la superioridad de Ferrari en su casa

El español Fernando Alonso (Renault), actual campeón del mundo de Fórmula Uno y líder destacado de la presente edición del certamen, ha declarado hoy en el circuito de Imola que supone que sus rivales estará mucho más cerca de él en la cuarta carrera del campeonato, el Gran Premio de San Marino. Ahora, el asturiano está convencido de que, tras los ensayos privados completados tras el Gran Premio de Australia, sus rivales han recortado esa distancia con respecto a los bólidos de la marca francesa,

"Lo normal es que aquí los rivales tendrían que acercarse a nosotros. Ferrari, por ejemplo, estrena una evolución, y la van a usar porque están convencidos de que el coche va a ir mejor", dijo el español. "Si hay un circuito en el que Ferrari puede ganar es éste", comentó. Alonso no cree que San Marino sea el inicio de una nueva era para Ferrari, como han comentado desde la fábrica de Maranello. "No creo que sea exactamente así. Las escuderías tratan de motivar a su gente, sobre todo aquí, la casa de Ferrari. También se utilizan esas fórmulas para tratar de tapar los fallos cometidos con anterioridad", afirmó.

Imola es diferente

El piloto español de Renault está convencido de que los McLaren-Mercedes "van a ir muy rápidos en Imola, y también los Honda". "Va a haber una lucha muy reñida en esta carrera porque aquí los rivales estarán mucho más cerca", explicó. Sobre la demora en la introducción de mejoras aerodinámicas en los coches de Renault, Alonso dijo: "En Renault no somos conservadores. Cada vez que disponemos de una evolución, la usamos. No las guardamos por ser conservadores. Somos así. Para evolucionar más el coche necesitaríamos más dinero, más gente... tendríamos que ser un equipo más grande", añadió.

A Alonso no le preocupa si en este premio no logra la victoria. "Prefiero acabar aquí segundo o tercero y ganar después en la siguiente carrera, el Gran Premio de Europa", afirmó.

Nueva variante

A la pregunta de si el de San Marino será el Gran Premio en el que empiece a sufrir, tras un manifiesto dominio de Renault en las tres primeras carreras, Fernando Alonso dijo: "La verdad es que hemos sufrido en todas; algo menos en Australia, que fue una carrera más sencilla. Pero recuerdo que en Malasia sufrí primero con (el australiano Mark) Webber (Williams-Cosworth), para mantenerlo detrás; y luego con (el británico Jenson) Button (Honda), al que pude pasar en el último repostaje y gracias a los doblados. Fue una carrera complicada". El piloto asturiano también se refirió a la nueva Variante Alta del Autódromo Enzo e Dino Ferrari: "Es un poco más lenta. No hay que tomar tanto los bordillos como antes. Se parece más a la que hay antes de la línea de meta. Ahora hay dos curvas más diferenciadas. Antes el coche casi volaba al pasar por ahí".

Sobre la evolución del motor que montará el R26 de su compañero, el italiano Giancarlo Fisichella, Alonso dijo que dicho propulsor permitirá ganar "una décima o décima y media" de tiempo por vuelta. "Giancarlo dispondrá de seis o siete caballos más que yo, además de los cinco o seis que perderé por ser ésta la segunda carrera del motor que usé en Australia. Pero los voy a recuperar cuando lleguemos a Nurburgring, en donde yo estrenaré motor y él no", comentó.

El ovetense también se refirió de nuevo a su fichaje por McLaren para 2007: "Para mí es una ventaja que se sepa ya lo que voy a hacer el año que viene. Eso me permite salir en cada carrera centrado sólo en correr y no tengo que responder a preguntas surgidas de rumores". Precisamente sobre el rumor que coloca el año que viene a Michael Schumacher en Renault, Alonso dijo: "Me da risa. Conozco a Renault y conozco a Flavio (Briatore) y sé que eso es totalmente imposible. Michael no estará en Renault; ni siquiera por dinero".

Para acabar Alonso se refirió al cartel oficial de promoción del Gran Premio de San Marino, en el que Michael Schumacher (Ferrari) aparece por delante de él, cuando hace un año fue el español quien siempre precedió en la pista al alemán, pese al acoso a que éste le sometió. "Está trucado", dijo entre risas.