Alejandro Valverde se hace con la 70 edición de la Flecha Valona
El murciano ha sabido aguantar el empuje final de sus dos rivales
El español Alejandro Valverde, del Illes Balears, conquistó el mítico muro de Huy y se anotó la 70 edición de la Flecha Valona, novena prueba del calendario Pro Tour, en un jornada de protagonismo español, ya que Samuel Sánchez, del Euskaltel, fue segundo, en un final emocionante que encumbró al doble subcampeón mundial.
Valverde peleó en el grupo de los mejores en el momento decisivo, en las terribles rampas de Huy, donde se colocó en el lugar idóneo para imponer su potente final. Alzó los brazos con diez metros de ventaja sobre Sánchez, con un tiempo de 4h.22:47 y así estrenó su palmarés en las grandes clásicas. La tercera plaza correspondió al holandés Karsten Kroon, del CSC, la cuarta para Franck Schleck (CSC), el luxemburgués que se anotó el pasado domingo la Amstel Gold Race y la quinta para el alemán Patrick Sinkewitz (T-Mobile), los más fuertes en el momento clave de la Flecha Valona.
Alejandro Valverde toma así el relevo en el palmarés de Igor Astarloa, el único español que hasta el momento había ganado esta prestigiosa carrera. "Al final estaba un poquito retrasado, pero poco a poco encontré mi sitio, cogí la rueda de David Etxebarría y pude esprintar. Es una victoria muy importante", señaló el líder del Illes Balears.
La batalla entre los favoritos se desató a 12 kms de meta, una vez que se anuló una escapada que protagonizó Oscar Freire junto al suizo Alexandre Moos durante 50 kms. El italiano Bettini intentaba una y otra vez el despegue, pero era un hombre muy controlado. Los españoles Koldo Gil, Igor Astarloa, Samuel Sánchez y David Etxebarría no perdía la rueda de los mejores, que poco a poco se iban preparando para afrontar las terribles rampas de Huy. En el último kilómetro saltó Astarloa, luego replicó Gil, mientras Valverde se agarraba a la rueda de David Etxebarría, que había saltado con fuerza. El murciano aguantó el tirón y solo tuvo que imponer su velocidad punta para anotarse una de las victorias más importantes desde su comienzo profesional en 2002.
Numerosos ataques desde el comienzo
La carrera fue muy movida, los intentos de escapada se sucedieron desde el banderazo de salida. El alemán Daniel Musiol (Milram) se despegó en el primer kilómetro y fue capturado de inmediato. Con el pelotón inquieto la primera fuga la protagonizaron el español José Luis Arrieta (Ag2r) y el francés Frederic Finot, de la Francise. Ambos salieron en el km. 25 y llegaron a alcanzar una ventaja de más de 7 minutos. En el primer paso por el muro de Huy (Km. 65), con 1,3 kms de subida con un desnivel medio del 9,3 %, incluidos 900 metros al 11,6 % y tramos del 19%, Arrieta y Finot coronaron con una renta de 4:25 minutos ante un pelotón comandado por el italiano Danilo Di Luca.
Producto de la colaboración, Arrieta y Finot pasaron por la Cota de Amay (km 81,5) con 7 minutos de adelanto, brecha que aumentó en el segundo paso por Huy (km 95) hasta 7,35. Por detrás, el italiano Paolo Bettini (Quick Step) ponía en fila la cabeza del pelotón, donde se encontraban los grandes favoritos en labores de marcaje con la mitad de carrera por delante.
Los más fuertes
El tirón de Bettini seleccionó a 14 corredores, entre ellos el español Alberto Contador (Liberty) y su compañero alemán Jorg Jaksche. La alarma general aumentó el ritmo de caza y en pocos kilómetros los escapados vieron esfumarse 3 minutos. El italiano Basso pasó en Huy momentos de apuros, se descolgó y con la ayuda de Carlos Sastre pudo enlazar con el grupo principal. En el km 122 la aventura de Arrieta y Finot tocó a su fin y empezó otra carrera. Todo un tricampeón mundial como el español Oscar Freire (Rabobank) se atrevió a romper el orden en el pelotón a 62 kms de meta. En su arrancada se llevó al suizo Alexandre de Moos (Phonak) y juntos coronaron la quinta de las cinco cotas del recorrido, Hautebisse (km 154,5), con 1.07 minutos.
Freire alimentó las esperanzas hasta que los arranques de los hombres del CSC de Basso y del Liquigas de Di Luca les aguantó a raya hasta la pancarta de 12 kms para meta. Ahí empezó el momento de la verdad y tampoco faltaron los intentos de llegar en solitario a la pared de Huy. El alemán Kessler se mostró muy activo, así como Koldo Gil, pero las aventuras son difíciles cuando Bettini está presente. Finalizada la ilusión de Freire los españoles se mostraron dispuestos a que el triunfo de esta clásica fuese a España, y fue Valverde el encargado de demostrar su poderío y sus enormes posibilidades futuras en este tipo de pruebas. El domingo espera la Lieja-Bastoña-Lieja, la carrera favorita del murciano. Con su clase y su elevada moral todo será posible.
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