Al Barça le sale un partido a pedir de boca
Ronaldinho lidera la goleada azulgrana ante un Betis especialmente desafortunado en las dos porterías
Reapareció Ronaldinho y el Barça se reencontró con la victoria después de contar dos dolorosas derrotas. No hay mejor remedio contra el abatimiento que la sonrisa del brasileño. La felicidad y la fortuna de Ronaldinho son contagiosas en el Camp Nou. En un partido muy abierto, con dos equipos que más parecían competir en una prueba de descenso que en un partido de fútbol, el mejor jugador del mundo resultó desequilibrante.
Los azulgrana volvieron a tener gol y también portero. Valdés se marcó una actuación estupenda para desdicha del Betis, desafortunado en las dos áreas, sobre todo si se atiende a su laboriosidad y vistosidad en la línea de medios, que para nada reflejaron su delicada situación en la tabla. Al Barcelona, en cambio, todo le salió a pedir de boca en una noche en la que además se estrenaba el césped replantado en el estadio hace dos semanas. La victoria le era necesaria para reafirmar su liderato y fortalecerse con vistas a l partido del miércoles en Londres.
Animado por la alineación, en la que después de un mes se juntaron de nuevo Ronaldinho, Eto'o y Deco, el Barcelona fue a por el partido desde el inicio con una gran determinación. Apretó las líneas, tiró la línea de recuperación en cancha verdiblanca y propuso un litigio muy abierto al que el Betis respondió con sumo gusto. Repleto de jugadores andaluces, el equipo verdiblanco procuró replegarse y estirarse a partir del fútbol de Rivera, un futbolista que sabe como buscar las espaldas de los centrales con balones profundos para la carrera de los laterales. Rivera tocó nada más empezar para Luis Fernandez cuyo centro quedó a merced del gatillo de Tardelli, que remató muy centrado en una acción bien resuelta por Valdés.
Había partido en el Camp Nou porque el Betis se puso gallito y le disputó la pelota al Barcelona, siempre generoso e intenso en el despliegue ofensivo, bien manejado ayer por Iniesta, que funcionó tanto defensiva como ofensivamente. Los azulgrana remataron a la red en su primera llegada franca al área en una rápida transición presidida por el robo de la pelota después de un fuera de juego del Betis. Apareció Ronaldinho por el centro, abrió para Eto'o y el camerunés cruzó el balón al segundo palo para la entrada de Larsson, sorprendente titular en detrimento de Giuly, Ezquerro y Messi, reservado para la Liga de Campeones.
Ante la falta de jugadores de banda, Ronaldinho y Eto'o abrieron bien la cancha para suerte de Larsson, tan certero al principio como negado después en un cabezazo a puerta vacía. La intensidad y la obsesión con la que atacó el Barcelona le convirtió en protagonista en las dos porterías. Valdés, desadortunado en Mestalla, estuvo espléndido en hasta tres remates muy complicados, uno de Arzú y dos de Dani, que le ganó muy bien la posición a Oleguer. No tapaban bien los barcelonistas en la divisoria y en cambio se ganaban disparos de gol muy a menudo. La productividad de Ronaldinho resultó especialmente alta. El brasileño partició en los tres goles. Al igual que en el primero, intentó conectar con Eto'o en el segundo, pero Melli metió la pata y sorprendió a su propio portero, mientras que en el tercero su lanzamiento de falta rebotó nuevamente en Melli y descolocó a Doblas.
Resuelto el partido, el Barcelona bajó el pistón y se mostró más contemporizador y artista. Procuró descansar con la pelota, perdió verticalidad y se ejercitó en la pausa y el rondo. Únicamente Ronaldinho, especialmente voraz después de no poder jugar en Valencia por una sanción que siempre consideró injusta, se salió del guión para disfrutar en cada jugada, para arriesgar en cada acción, para alegrar la noche, para volver a marcar en otro libre directo que se comió el portero del Betis.
Los gestos técnicos del brasileño ayudaron a llenar la segunda parte de un partido en que al descanso ya había quedado todo dicho. Más replegado el Barcelona, al Betis le resultó más difícil alcanzar el área de Valdés, especialmente aplaudido por la hinchada, que acudió en gran número al estadio, deseosa de volver a contar un triunfo, de cantar goles, de coger fuerzas para enfrentar al Chelsea.
Pese a la goleada, el Betis nunca se encogió sino que tuvo llegada, disputó el partido con entereza y también alcanzó el gol. Joaquín sorprendió a Valdés y a la barrera defensiva azulgrana, que estaba mal puesta, en una falta.
La rueda de cambios ayudó, por lo demás, a pasar el rato. En el Barça reaparecieron Messi y Motta, un futbolista que tuvo un gran protagonismo en los partidos de alto calibre después que se lesionara Xavi. Motta, un jugador tan competitivo como frágil, puede ser una de las variantes que contemple Rijkaard para el miércoles. Nadie duda de que Messi estará en Stamford Bridge. Ayer volvió a marcar un golazo en el poco rato que estuvo en la cancha. Necesitará el Barcelona mantener su pegada y, sobre todo, cerrar mejor su campo para competir en Londres. El Barça fue anoche un equipo tan generoso en ataque como en defensa, aunque el Betis no lo aprovechó porque Valdés estuvo muy certero.
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