La Real es un chollo
La defensa más frágil de la Liga no aguantó el empuje del Sevilla y la expulsión de dos jugadores. Tras una hora de fútbol efectivo, que le situó con dos goles de ventaja, la Real acabó sucumbiendo ante un Sevilla fallón pero con una fe enorme en el triunfo, pese al desorden inicial propiciado por la alineación de Juande Ramos.
La expulsión de Garitano, en una entrada a Alves lejos de su área, fue la jugada clave. Quedaban cinco minutos, suficiente para que, con nueve, la muralla realista se viniera abajo. El juego donostiarra traía de cabeza a un Sevilla mal construido en su alineación. Nihat, al larguero y Labaka y Garitano, al fondo de las redes de Palop, en tres impecables cabezazos, habían puesto en evidencia a la que sigue siendo la defensa menos goleada de la Liga.
Juande Ramos hizo experimentos en la caseta para cubrir la baja de Adriano. Y el resultado fue una pequeña locura colectiva. Situó a tres puntas, descolocó a Navas y a Jordi, y rompió al equipo por la mitad. La Real, con un hombre más en la zona de creación, manejaba el ritmo del partido al antojo de los desmarques de Nihat y Uranga. El Sevilla sólo lograba pasar la divisoria a pelotazos, mientras la Real se ordenaba sobre la frontal de su área para fijar con relativa comodidad a Saviola, Kanouté y Luis Fabiano. Además, el equipo de Amorrortu salía por ambas bandas con rapidez y llegaba hasta Palop con facilidad y mucho peligro en todas las acciones de Nihat y Uranga.
La expulsión de Cifuentes al borde del descanso tampoco cambió el desarrollo del partido. La Real recompuso su defensa y manejó con criterio la pelota ante la desesperada presión sevillista, que no acertaba a conectar con su línea atacante. Luis Fabiano volvió a fracasar ante la afición sevillista, mientras que Saviola y Kanouté no acertaban con la meta de Riesgo.
Pero Juande rectificó. Dio entrada a Martí, uno de los jugadores más en forma del equipo; colocó a Navas en su sitio, la derecha; retrasó a Saviola, como mediapunta, y puso como arietes a Kanouté —de extremo hasta entonces— y a Kepa, el autor de la remontada con dos goles y sustituto de un desacertado Fabiano.
El equipo fue otro. Riesgo fue descubierto por los espectadores con tres paradas de mérito a disparos de Saviola y Kepa; Garitano cometió el error de la segunda amarilla en una contra de Alves, y el balance final: tres goles en 15 minutos y remontada en el marcador.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.