El Getafe recupera el gol
Paunovic Riki acaban con su sequía goleadora y la racha de cinco victorias del Málaga (3-2)
Con sólo un gol que llevarse a la boca en cuatro partidos, la volea imposible de Pernía al Barça, Bernd Schuster recomendó a sus delanteros "apretar el culito" contra el Málaga. Le hicieron caso Paunovic, autor de la primera dianas del Getafe, y Riki con un chut lejano que pilló a Arnau entre descolocado y despistado. El tercero se lo marcaron a Arnau entre Césas Navas y Gerardo.
Con la visita el próximo sábado al Bernabéu en la retina, los azulones recuperaron la pegada, aunque se prestan con tanta alegría al ataques que les convendría revisar los espacios que dejan en la retaguardia. Una invitación al suicidio cuando se adelanta la defensa casi al mediocampo y un central de la talla de Matellán es baja. Por muchos consejos que ayer le diera Belenguer, Tena fue la puerta por la que Antonio Tapia ordenó golpear a Anderson y Salva. Viendo que no marcaban ni al arcoiris con el cuero a ras de césped, —Anderson falló un mano a mano escandaloso y Salva confirmó porque es moneda de cambio cada verano al mandar ocasiones evidentes fuera— los goles del Málaga optaron por el puente aéreo: contragolpe, pases cruzados de Alexis y remates rápidos.
Primero fue Nacho, asistido por el lateral derecho desde su campo, el que se fue por velocidad de Cotelo y batió a Calatayud. Juan Rodríguez marcaría a placer, dentro del área pequeña, en una jugada ensayada que dejó a los zagueros del Getafe en pañales. Calatayud, portero del Getafe y cedido por el cuadro andaluz, poco pudo hacer. En las dos llegadas blanquiazules, que a la postre subieron al marcador, Tena y compañía le dejaron vendido.
El Getafe apeló a la heroica sin decantarse por el juego directo. Celestini mastica la bola relajado, sabedor de que el mecano dinámico que forman Gavilán, Riki y Paunovic en la mediapunta extenúa a los rivales. Güiza se encarga del resto, como demostró cuando robó el esférico y centró con malas inteciones a Paunovic. El jerezano estará molesto por la sequía que sufren sus piernas, pero a cambio regala ocasiones claras. En este caso no marcó su colega serbio, aunque, pegado al cogote de Gerardo, su presión tuvo éxito. Los laureles se los llevó César Navas, que media hora antes no acertó con una pelota blandita a medio metro de la portería de su compañero Calatayud. Con amigos así, Arnau ni siquiera tenía un hombro en el que lamentarse. Otro que tal bailó fue Edgar, un alma errante por la banda de Pernía, que siempre le bajó los humos. Tan sobrado se veía que un par de veces recorrió la banda hasta la línea de fondo y centró con tino. También se permitió un par de voleas y faltas directas de las suyas. Una rozó la cruceta izquierda andaluza.
En medio de un partido sin un dominador claro, con el Málaga arreando de lo lindo por alto, Riki acabó con las hostilidades. Su trallazo desde 30 metros, que no aparentaba ningún peligro serio, le botó delante a Arnau. Un extraño que vale tres puntos y devuelve la moral justo antes de jugarse el cocido con el Madrid.
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