Duncan llevó a los Spurs a ganar el duelo tejano frente a Houston

El duelo entre los Spurs de San Antonio y los Rockets de Houston no generó ni emoción ni buen baloncesto porque los vigentes campeones de la NBA hicieron lo justo. Ganaron por 86-80 aunque sí dejaron bien claro que son superiores como equipo a sus rivales. El alero Tim Duncan con 19 puntos, nueve rebotes y cuatro asistencias encabezó el ataque de los Spurs, que gana su segundo partido consecutivo y queda con una marca de siete victorias y dos derrotas en lo que va de campeonato.

El equipo de San Antonio tuvo a otros cuatro jugadores que superaron la barrera de los 10 tantos para ayudar a mantener el liderato de la División Suroeste de la NBA. El base Tony Parker consiguió 17 puntos, repartió ocho asistencias y recuperó dos balones, aunque forzó seis perdidas. El escolta argentino Manu Ginóbili también mantuvo la consistencia de los últimos dos partidos y aportó 15 puntos, con siete rebotes, dos asistencias y cuatro recuperaciones de balón para ser la referencia de la defensa de los Spurs. Ginóbili jugó 33 minutos par anotar 6 de 14 tiros de campo y 3 de 3 desde la línea de personal.

Su compatriota Fabricio Oberto no vio acción porque el entrenador Greg Popovich prefirió que jugase el pívot reserva Nazr Mohammed y el titular esloveno Rasho Nesterovic. El reserva Robert Horry con 16 puntos, anotó 5 de 6 tiros de campo, incluidos 2 de 3 triples, volvió a ser el sexto jugador de los Spurs, que tuvieron un 46,1 por ciento de acierto en los tiros de campo. Una vez más, el alero Tracy McGrady con 27 puntos (8 de 22 tiros de campo, incluidos 2 de 8 triples, y 9 de 11 desde la línea de personal), 12 rebotes y cuatro asistencias volvió a ser el mejor jugador de los Rockets, que siguen sin mantener la consistencia y efectividad en el ataque.

A pesar que el pívot chino Yao Ming consiguió 19 puntos (8 de 17 tiros de campo) y siete rebotes, siguió sin ser el jugador estrella que los Rockets necesitan tener al lado de McGrady si quieren aspirar a ser no sólo un equipo ganador sino a luchar por el título. La mejor demostración fue que los Spurs consiguieron 52 puntos desde dentro del área para confirmar que la presencia de Ming no fue un factor positivo para los Rockets.

El entrenador de los Rockets, Jeff Van Gundy, quiere proteger a Ming de las críticas que ya comienza a recibir por no haber desarrollado más todo el posible potencial que tiene como jugador. Pero el pívot chino no le ayuda con sus actuaciones que no pasan más allá del aprobado, acercándose al notable, pero sin estar con nota sobresaliente o matrícula, que es lo que necesitan los Rockets del que se supone es el jugador franquicia junto a McGrady.

Los Rockets tendrán otra prueba de fuego el viernes cuando se enfrenten en su campo del Toyota Center a los invictos Pistons de Detroit, que llegan plenos de moral, descanso y con su base Chauncey Billups en plenitud de forma, confianza y capacidad para ser el líder que el equipo necesitaba.