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Crónica:GP de Japón | FÓRMULA 1
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una carrera sólo para los grandes

Kimi Raikkonen y Fernando Alonso demuestran su calidad, acaban primero y tercero y dejan el segundo puesto a un decepcionante Fisichella

¿Fue la mejor carrera del campeonato? Probablemente. Es difícil afirmarlo, pero sin duda el Gran Premio de Japón pasará a la historia al menos como una de las carreras más apasionantes de los últimos años. No es habitual que dos pilotos que parten de las últimas filas en la parrilla de salida se conviertan en los máximos protagonistas y concluyan la carrera en lo más alto del podio y en tercera posición.

Sin embargo, eso fue exactamente lo que ocurrió en Suzuka. Kimi Raikkonen y Fernando Alonso partieron de las posiciones 17ª y 16ª, respectivamente, pero realizaron una remontada espectacular, lucharon con la resistencia de Michael Schumacher en varias ocasiones, y acabaron convirtiéndose en los grandes triunfadores de la penúltima carrera del campeonato. No llegaron al récord de John Watson y Niki Lauda (McLaren) que en el Gran Premio de EE UU de 1983 salieron 22º y 23º e hicieron un doblete, pero se acercaron.

Tras el descalabro que causó la aparición de la lluvia en la parte final de la cronometrada, la de Suzuka fue una carrera para grandes campeones. Todos los que partieron en las primeras filas, Ralf Schumacher (Toyota), Jenson Button (BAR Honda), Giancarlo Fisichella (Renault) y Christian Klien (Red Bull) acabaron mostrando sus lagunas y fueron engullidos por los grandes. Sólo Fisichella, que contaba con el mejor coche, aguantó la embestida hasta la última vuelta, pero acabó sucumbiendo ante la agresividad de un Raikkonen que le estaba sacando más de un segundo por vuelta. Aunque consiguió concluir por delante de su compañero de equipo Alonso, la suya fue una alegría pírrica, porque había partido de la segunda fila de la parrilla. La cara del italiano no engañaba en el podio y en la conferencia de prensa posterior: Alonso había recibido la felicitación del equipo; el italiano, una reprimenda.

El fracaso quedó dibujado en las expresiones de un Button que apuntaba a estar entre los grandes en los próximos años, de un Fisichella que iba con el mismo coche que el nuevo campeón mundial, de un Juan Pablo Montoya que obligó a salirse de la pista a Raikkonen en la primera curva y luego chocó contra la valla tras intentar adelantar a Villeneuve al final de la primera vuelta, de un Sato que conduce como un kamikaze o de un Ralf Schumacher, que partió en la pole position. Sus acciones cayeron ayer en picado en la bolsa de la F-1. Habían desperdiciado su mejor oportunidad del año para lograr la victoria.

En cambio, Alonso y Raikkonen certificaron de nuevo los motivos por los que todo el mundo les da como el dúo a seguir en los próximos años. Alonso pudo incluso ganar la carrera de no ser por los errores estratégicos de su equipo que le condenaron en cada entrada en boxes. "Por primera vez en esta parte final del campeonato sentí que tenía un coche más rápido que Raikkonen", confesó el asturiano, contento por haber subido al podio pero quejoso por lo que había vivido durante la carrera. "Pude arriesgar desde el principio. Pero tuve que realizar demasiados adelantamientos, porque tuvimos una estrategia muy, muy equivocada. Adelanté a muchos pilotos que después me pasaron en los boxes y tuve que avanzarles de nuevo".

Ahí perdió sus oportunidades de lograr la séptima victoria del año, que fue a parar a manos del finlandés que ahora le adelanta por una. Sin embargo, la carrera ofreció algunas perlas que quedarán escritas para la historia. Será difícil olvidar el duelo a tres que mantuvieron Michael Schumacher, Fernando Alonso y Kimi Raikkonen, justo antes de iniciarse el primer repostaje. Y después los dos adelantamientos que Alonso tuvo que realizar sobre un Schumacher que acreditó de nuevo el por qué de sus siete títulos mundiales, soportando la presión y cerrando los huecos hasta la desesperación. El alemán era entonces un tapón para el español y pasó a serlo justo después para el finlandés.

Parecía claro que allí se estaba dirimiendo la carrera, aunque entonces todavía luchaban por la quinta posición. Sin embargo, los repostajes perjudicaron a Alonso y beneficiaron -como de costumbre- a Raikkonen, que agotó su depósito antes de respostar y se mantuvo en pista nueve vueltas más que el asturiano en su segunda parada en boxes. Alonso tuvo que volver a adelantar a Button y a Webber para subirse al podio.

Mientras tanto, Michael Schumacher había quedado atrapado en el tráfico y Raikkonen luchaba ya por el triunfo con Fisichella. Estaba a 5,4 segundos cuando salió del segundo repostaje. Faltaban nueve vueltas para el final. Pero corría con tal velocidad y precisión que le arrebataba más de un segundo por vuelta. A tres del final le había alcanzado y en la salida de la recta de la última le adelantó por el exterior en la curva de derecha. Espectacular. Un ciclón. Y un salvavidas para McLaren que queda ahora dos puntos por debajo de Renault en la clasificación de constructores. El segundo título del año se dirimirá pues en Shanghai. El primero lo paseó ya con orgullo Fernando Alonso ayer en el circuito de Suzuka.

El piloto asturiano celebra su tercer puesto en el circuito de Suzuka.
El piloto asturiano celebra su tercer puesto en el circuito de Suzuka.REUTERS

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