El Villarreal no encuentra el ritmo
El conjunto de Pellegrini no supo imponer su superioridad futbolística y terminó dando por bueno el empate
El Villarreal, lejos de su mejor forma, suma su segundo empate a cero consecutivo en Liga de Campeones y desaprovecha una buena oportunidad de empezar a discutir el liderato del grupo al Manchester United.
Pareció asustado el Villarreal al comienzo, como si estuviera impresionado por la grandeza del escenario, un estadio en el que se han disputado la final de un Mundial y de una Liga de Campeones. Pero el Lille no es, ni de lejos, ni la Francia de Zidane, ni el Brasil de Ronaldo y tampoco el Real Madrid del año 2000. El Lille es un conjunto bien organizado, incómodo para el rival en el centro del campo, donde sobresalen Makoun y Acimovic, que vive en ataque de la velocidad de Moussilou y Odemwingie, pero que en juego no puede competir con el equipo de Pellegrini.
Con el balón en su poder el Villarreal se crece y su potencial aumenta en función de las veces que Riquelme entra en contacto con la pelota. Si el argentino está inspirado el Villarreal es una máquina de hacer fútbol, pero cuando no está metido en los partidos el equipo lo pasa mal, como ha sucedido en las primeras jornadas de Liga. Escoltado por Josico y Tacchinardi, que en ocasiones parece jugar pasado de revoluciones, Román intentó dirigir el tráfico, pero apenas logró darle el ritmo adecuado al choque.
A Riquelme le costó conectar con Forlán y Lucho Figueroa, que aparecieron poco, pero cuando lo hicieron fue para crear peligro. Lucho no llegó a aprovechar una internada por la izquierda de Forlán, que centró con demasiada fuerza, y al uruguayo le faltaron unos centímetros para poder a rematar a gol un balón rechazado con el trasero por el portero Sylva después de un disparo de Figueroa.
Defensa adelantada
Intentó acortar el campo Pellegrini y tiró la defensa hasta casi el centro del campo y ahí fue cuando peor lo pasó el Villarreal, que arriesgó mucho y lo fió todo a que los asistentes y el árbitro acertaran con los fueras de juego. Esta vez salió cara y el guardameta Viera lo agradeció. Recogió el balón de la red en dos ocasiones, pero con la tranquilidad de saber que las jugadas estaban anuladas por el árbitro.
Las dudas volvieron al comienzo de la segunda de la parte y se acrecentaron cuando Odemwingie mandó el balón al larguero. Se quedó sin aire el Villarreal durante unos instantes, pero el Lille mostró todas sus limitaciones y no supo sacar provecho del desconcierto de los hombres de Pellegrini, que regresaron al encuentro con un cabezazo de Gonzalo Rodríguez, que había sustituido al lesionado Quique Álvarez, y que no terminó en gol por milímetros.
Pero al Lille todavía le quedaba una bala, que malgastó Makoun con un remate de cabeza que se sacó de encima Viera como pudo. Apenas tuvo capacidad de respuesta el Villarreal, que desaprovechó una buena oportunidad de llevarse tres puntos de parís para comenzar a discutir el liderato del grupo al Manchester United.
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