El Betis descubre la Champions

El Betis debutó con derrota (1-2) ante el campeón en la máxima competición continental. Tras encajar dos tantos en trece minutos, los de Serra Ferrer reaccionaron, aunque sin premio, en la segunda mitad. El gol de Arzu no impidió que los verdiblancos pagaran la novatada. Bienvenidos a la Champions.

Llenazo en Heliópolis. El público bético respondió a lo grande a la llamada de la Champions, y vibró y se emocionó desde mucho antes de que Konrad Plautz pitara el inicio del estreno. Con el ondear del logo sobre el centro del campo y con un tremendo aplauso tras el pitido inicial, celebrado como el cambio de año cada Nochevieja.

Sin embargo, pronto descubrieron los de Serra Ferrer lo que significa jugar en Liga de Campeones. Algo así como ser debutante en el patio de los mayores en la primera semana de colegio. Así deambuló el Betis, despistado y desorientado, aturdido por la mayúscula novedad, lo que permitió al campeón marcar el ritmo del encuentro y adelantarse en el marcador con pasmosa facilidad.

El Liverpool marcó los tres últimos goles de la pasada edición e inauguró la del cincuentenario con dos goles en trece minutos. El primero tras un genial pase en largo de Carragher, que pinchó con maestría Simana antes de sorprender a Doblas con una soberbia vaselina. El segundo fue obra de Luis García, que adelantó la zurda ante Juanito para rematar un centro de Zenden.

El Liverpool mandó con autoridad durante todo el primer periodo, jugando de memoria y llevando a rajatabla el primer mandamiento del fútbol: el que afirma que se juega en equipo. Buscando la espalda de Juanito y Rivas, los de Benítez mostraron su lado más letal en el remate, con dos goles en las dos primeras llegadas. Su perenne solidaridad, tanto en defensa - Joaquín debía regatear siempre a tres o cuatro rivales- como en ataque, junto a la estrecha distancia entre sus líneas, les hacían llevarse todos los rechaces. Un equipo que juega de memoria y que saca petróleo del orden y la táctica. Muy poco ofreció el Betis en ataque, demasiado acelerado e impreciso en la circulación de balón. Fernando y Varela perdonaron dos grandes ocasiones ante Reina, que también desbarató un buen disparo de Oliveira.

Reacción tras el descanso

Los de Serra Ferrer salieron con la lección aprendida del vestuario. Espoleados por un público entregado al sueño europeo, el desparpajo de Dani -sustituto de Fernando en el minuto 35-, y el cambio táctico introducido por el técnico mallorquín, los verdiblancos se adueñaron del balón y comenzaron a trenzar combinaciones. La entrada de Xisco por Juanito mejoró al equipo, que se reorganizó con Melli como central y Varela como lateral.

El impulso local metió al rival en su área en los primeros compases, sobre todo tras el gol de Arzu, primer goleador en Liga de Campeones en la historia del club hispalense. El sevillano finalizó la asistencia de Dani como un auténtico nueve. No dudó ante Reina. Amagó, esperó y metió el balón por debajo de las piernas del ex portero del Villarreal. Lo demás no pasó de ser un infructuoso acoso sobre el spanish red team, que remó en unión y compañía y recibió la visita de la diosa fortuna. El carrusel ofensivo bético se quedó sin el ansiado premio del empate.