Madrid…¿2020?

Nueve minutos y dos votaciones duró la ilusión. A la tercera, Madrid fue la vencida y la Plaza Mayor enmudeció. Las alrededor de dos mil personas que se habían partido las manos aplaudiendo "adiós Moscú, adiós Nueva York", bajaron los brazos y algunos miraron para otro lado cuando en la pantalla habilitada por el Ayuntamiento el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, anunció que tampoco Madrid celebraría los Juegos de 2012.

Los voluntarios inscritos habían llegado a 100.000 durante la mañana. El rojo olímpico de las camisetas, los sombreros, las acreditaciones de voluntarios y todo el merchandising de los juegos perdieron de súbito su sentido. Rosi y Javier llegaron tarde, aunque no tardaron en darse cuenta del ambiente de decepción: "Las caras lo decían todo cuando hemos entrado", lamenta Javier, de 14 años. "Teníamos las instalaciones terminadas, el apoyo popular, el espíritu olímpico, lo teníamos todo", dice Ana, actriz y voluntaria de 29 años, para explicar su "mucha esperanza" frustrada. Lo único que no tiene Madrid son los Juegos.

"Ahora encima hay que esperar a 2020", añade Javier, en alusión a la ley no escrita del COI que descarta celebrar los Juegos en el mismo continente dos veces consecutivas. Si hubiese sido elegida una ciudad no europea, Madrid se habría presentado a 2016, según ha declarado este mediodía el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, desde Singapur. El regidor ha asegurado, en todo caso, que Madrid seguirá en la carrera olímpica.

Varios minutos después del fallo, Manuel seguía mirando la pantalla de 35 metros cuadrados. "Llegué anoche a las doce, he dormido aquí en la plaza y tenía muchas ganas de que se lo dieran a España". A la elección de Barcelona, en el año 1987, no pudo ir, porque es pescador y estaba embarcado. Ha venido solo desde Ferrol y pensaba quedarse hasta el lunes celebrándolo. "Ya no tiene lógica, me vuelvo mañana en el primer tren", confiesa.

Apoyo a Londres

La curiosidad hizo que muchos se quedaran a esperar el final de las votaciones. Una vez descartada Madrid, el recelo contra París parecía general y el apoyo de los congregados se trasladó en bloque a la candidatura londinense, como reflejaban los gritos de "Londres, Londres, Londres". Dos parisinos, Rubén y Jacques, sacaron entonces sus cartelitos de apoyo a París. Los gritos de "fuera, fuera" del coro se diluyeron en aplausos y risas cuando alguien les colocó un sombrero de paja de la candidatura de Madrid, frente a las cámaras. Conforme se acercaba el veredicto, la multitud rebajó el griterío, que lo retomó nada más escuchar, de boca de Jacques Rogge, la designación de la capital británica. La respuesta fue generosa y muchos alzaron la mano con el pulgar hacia arriba celebrando el triunfo de Londres como algo propio. También Ana Botella, segunda teniente de alcalde de la capital: "participo del sentimiento de la mayoría", dijo alegrándose del triunfo londinense. Aunque tampoco se olvidó de levantar el ánimo de la hinchada afirmando que "sin duda, en el futuro, seremos sede olímpica".

Las 1.000 botellas de cava preparadas para brindar por la victoria de la candidatura madrileña fueron guardadas sin descorchar y, poco a poco, las banderas y adornos olímpicos comenzaron a retirarse. El puesto de inscripción de voluntarios apagaba las luces y echaba el cerrojo, al igual que el sueño olímpico de Madrid.