Cómodo triunfo de España frente a Holanda

La selección española ha doblegado sin esfuerzos a la de Honduras (3-0) en el cierre de la primera fase del Mundial Sub 20 de Holanda en un partido en el que la falta de objetivos de españoles y hondureños se tradujo en un encuentro sin alicientes y con escasos momentos de calidad.

Eso sí, España concluye la primera fase como primera de grupo, con tantas victorias como partidos ganados y unos registros notables que sitúan al equipo en los octavos de final y como uno de los favoritos al título.

El seleccionador español alineó, como era su objetivo, un novedoso 'once' para dar minutos a todos los integrantes del plantel y con el fin de que todos alcanzasen un ritmo de juego similar para afrontar la siguiente ronda del torneo.

Tal y cómo se preveía, el partido fue un monólogo de España. La superioridad del equipo de Iñaki Sáez fue total desde el primer minuto y antes del minuto 10 ya llevaba un gol. En esta ocasión Jona Soriano, con un tanto de bella factura, abrió el marcador a los cinco minutos.

Quizá por la escasa entidad del rival, tras el gol, a España le costó tomarse en serio el partido, y pese a la superioridad, el ritmo no fue el de otros días, lo que motivó que Honduras tratase de buscar su momento de gloria, en forma de su primer gol en el torneo, que finalmente, no llegó.

Antes del descanso, David Silva marcó el segundo tanto y Honduras, por mediación Ramón Núñez, estrelló un balón en el larguero en el saque de una falta directa al borde del área. Pocos más detalles hubo en este primer tiempo.

La segunda parte fue más de lo mismo. España controlaba el choque sin excesivos alardes ante un rival que centró su objetivo en evitar una nueva paliza como las que les propinaron tanto Chile como Marruecos.

Minutos para todos

Con un juego anodino, Víctor sumó el tercer gol para España. Sáez seguía con su política de repartir gradualmente minutos entre su grupo de futbolistas y así entraron Cesc Fabregas y Jaime Gavilán por Alberto Zapater y David Silva, respectivamente.

Cuando el partido estaba en su fase más aburrida, la diversión llegó por el camino menos esperado. El guardameta Roberto Jiménez, que sustituyó a su colega Manu Fernández en la portería a los 76 minutos, fue expulsado tres minutos después de entrar, en el 79, al cometer un penalti. Su puesto bajo palos lo ocupó el delantero Jona, que ante el jolgorio del público detuvo el lanzamiento de Ramón Núñez. Ni de penalti pudo marcar en el torneo Honduras.

Con diez jugadores España siguió con el balón controlado y sólo se limitó a dejar pasar el tiempo para que acabe el partido y con el una primera fase prácticamente perfecta.